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Juan Carlos Díaz | Lecciones de Medellín

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Otra lección es el deber de proteger a los ciudadanos más vulnerables, que son víctimas del fracaso del Estado

Guayaquil y Medellín son dos ciudades que han sufrido la violencia y la inseguridad en diferentes momentos de su historia. Ambas han buscado superar estos desafíos con iniciativas que involucran a las autoridades, los ciudadanos y los medios de comunicación. Sin embargo, existen lecciones que Guayaquil puede aprender de Medellín para enfrentar la situación actual.

Una de ellas es el valor de contar con autoridades que velen por las sociedades frágiles, que no se dejan tentar por el populismo ni por el autoritarismo. No requerimos bukeles que se crean salvadores y que atenten contra la democracia y los derechos humanos. Necesitamos líderes que sepan dialogar, concertar y generar confianza.

Otra lección es el deber de proteger a los ciudadanos más vulnerables, que son víctimas del fracaso del Estado y de las balas de los enfrentamientos entre delincuentes y las autoridades. No se trata solamente de reforzar la represión para mantener el orden público, sino también de ofrecer oportunidades de educación, empleo, salud y cultura para eliminar las brechas sociales y salvar a las siguientes generaciones que habitan en las zonas más inseguras. Los derechos sin oportunidades no son derechos.

Finalmente, una lección más es el rol de los medios de comunicación en la construcción de una sociedad más pacífica y resiliente. Los medios deben informar la realidad, sin exacerbar el miedo hasta paralizar a la sociedad. Deben ser críticos, pero también constructivos. Deben mostrar los problemas, pero también las soluciones.

Hoy Medellín es la ciudad más visitada de Colombia. Gracias al trabajo coordinado de la academia, el sector empresarial y las autoridades de esa ciudad. Una labor que ha costado décadas de esfuerzo en diferentes áreas, pero que ha rendido frutos. Todavía no han podido bajar la guardia a pesar del éxito. Hay que mantenerlo en el tiempo.

Guayaquil tiene potencial para superar esta crisis, pero necesita aprender de las experiencias exitosas de otras ciudades como Medellín. Solo así podrá recuperar la tranquilidad y el progreso que merece.