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Juan Carlos Díaz Granados | Hacia un modelo de capitalización

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La adopción gradual de prácticas probadas son pasos clave para construir un sistema de pensiones sólido

Ecuador enfrenta desafíos en su sistema de pensiones, especialmente cuando el Estado gasta más de lo que le ingresa; tiene que contribuir obligatoriamente con el 40 % del sistema de pensiones y constantemente usa los recursos del IESS para financiarse. Esto se resolverá cambiando el modelo, no solamente la gobernanza.

El sistema de capitalización se presenta como una solución eficaz para Ecuador, alineando esfuerzos con la responsabilidad individual en la planificación de la jubilación. Al igual que en Chile, Países Bajos, Dinamarca y Suecia, donde se utiliza el modelo de capitalización con éxito, Ecuador podría adoptar un enfoque similar. La incorporación de cuentas de ahorro previsional en administradoras de fondos de pensiones permitiría a los trabajadores acumular capital con sus propias contribuciones, reforzando el vínculo entre esfuerzo y recompensa.

Este cambio podría catalizar un sistema sostenible y equitativo al que sí sea atractivo afiliarse, incrementando la base de aportantes. Es que la demografía desempeña un papel crucial en la reforma del sistema de pensiones. Con tasas de fertilidad en declive y un envejecimiento de la población en aumento, es imperativo que Ecuador se adapte a la realidad demográfica del siglo XXI.

La transición hacia un sistema de capitalización podría mitigar los impactos negativos de estas tendencias, asegurando la estabilidad financiera a largo plazo.

La dependencia excesiva del Estado en el sistema actual de pensiones ecuatoriano plantea riesgos financieros significativos. La reducción del aporte estatal al 40 % es un paso necesario hacia la sostenibilidad, pero se requiere una estrategia integral para garantizar una transición adecuada. La colaboración entre el sector público y privado, junto con una supervisión regulatoria efectiva, serán fundamentales en este proceso.

La adopción gradual de prácticas probadas son pasos clave para construir un sistema de pensiones sólido, con mejor servicio al afiliado y adaptable a las necesidades cambiantes de la sociedad ecuatoriana.