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José De la Gasca: Piel de lagarto

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Ese concurso no tiene arreglo, nunca lo tendrá. Es un vientre enfermo que no podrá parir otra cosa que engendros. Pero el problema no está ahí

Que el Consejo de la Judicatura (CJ) sea un nido de ratas no es algo que sorprenda. De eso da cuenta la Fiscalía, que parece ser la única entidad que toma cartas en el asunto. Ya procesaron a dos exvocales y pronto, si el juez nacional Rivera se digna en permitirlo, los vocales Terán y Muñoz correrán la misma suerte.

Pero la cosa no acaba ahí porque el delito no es asunto privativo de las cabezas del CJ. En los mandos medios también se cuecen habas. Esta semana, la Fiscalía detuvo a la directora provincial de Cotopaxi, Patricia Veintimilla, y la procesó por tráfico de influencias; o sea, por meterle la mano a la justicia.

Por si fuera poco, sepan ustedes que esa directora provincial tenía a su cargo -además- la potestad disciplinaria de los jueces de toda esa provincia. Fue designada por el ‘Consejito’ de la Judicatura (Terán, Muñoz y Barreno) en febrero de este año. Y sepan también que, esa misma directora, fue luego (en octubre) designada como delegada del Pleno del CJ para integrar los tribunales de recalificación de los méritos en el concurso para la selección y designación de los jueces de la Corte Nacional de Justicia.

Solo eso le faltaba al concurso para escoger jueces nacionales porque en todo lo demás, donde se toque, sale pus. Aceptar que de ahí saldrán los más altos jueces de la justicia ordinaria es una apostasía.

Ese concurso no tiene arreglo, nunca lo tendrá. Es un vientre enfermo que no podrá parir otra cosa que engendros. Pero el problema no está ahí. Mientras sigan a la cabeza del CJ los intocables del ‘Consejito’, nada va a cambiar. Seguirán designando directores de bolsillo como la de Cotopaxi. Dejarán sembrados los jueces nacionales que nunca los van a condenar. Dejarán la mesa servida de la impunidad.

Ya dejemos de creer que la Fiscalía debe hacer todo el trabajo. ¿Cuándo se activa la sociedad civil en estos temas? ¿Cuándo se prende ese ruido ciudadano que enmudece la voz de infamia? ¿Cuándo nuestro reclamo va a penetrar esa piel de lagarto que los protege?

Ya se instaló la Asamblea Nacional y esta debe ser una prioridad. Exijámosla.