José De la Gasca: Cancha inclinada
La toma del control -del verdadero gobierno de la Función Judicial- muchas veces no es tan evidente
Lo que advertí la semana pasada va tomando cuerpo. Cada vez, el ‘Consejito’ de la Judicatura extiende más sus tentáculos hasta capturar la pieza que le falta en el tablero: la Corte Nacional de Justicia.
La toma del control -del verdadero gobierno de la Función Judicial- muchas veces no es tan evidente. Dan los pasos soterrados y prevalidos de la cortina de humo que supone uno que otro escándalo. Esta vez, la maniobra la hicieron con la Resolución 161-2023, con la que el ‘Consejito’ integró la comisión técnica que calificará los méritos de los postulantes a jueces nacionales.
Los nombres de los perfectos desconocidos que integran la comisión es irrelevante. Lo que importa es dónde estaban y por quiénes fueron puestos. Resulta que todos ellos ocupan -al día de hoy- los cargos de subdirectores nacionales del propio Consejo de la Judicatura (CJ). Y ustedes me dirán que eso es lógico, pues algún conocimiento ‘técnico’ en el manejo de la justicia deben tener y eso los avala. Pero les pido que no caigamos en esas simplezas sin entender, primero, que todos ellos ocupan esos cargos por mano del propio ‘Consejito’; es decir, fueron puestos ahí por Terán, Muñoz y Barreno. Aquí bien aplica ese concepto de ‘cuota’.
El trabajo de esta comisión no es menor. Ellos son los encargados de valorar y calificar las carpetas de cada uno de los postulantes hasta cincuenta puntos. Y aquí es donde la cosa se pone interesante, pues son ellos -y solo ellos- los que tienen la última palabra sobre las calificaciones de las hojas de vida. La cancha inclinada, según los intereses (o no) detrás del candidato, será más estricta o laxa. El primer ‘filtro’ lo ponen ellos. Y remontar estos primeros puntajes es, en la práctica, improbable.
¿Por qué no hicieron una designación abierta de estos integrantes? ¿Por qué tenían que sacarlos de la misma ‘cantera’ con la que ellos gobiernan la justicia a sus anchas?
Estas maniobras deslegitiman el concurso de selección de jueces nacionales. Sus designaciones -si es que ocurren- tendrán la mácula de la componenda para beneficio personal del ‘Consejito’.
No sé por los postulantes, pero debe ser bien feo cargar con ese inri.