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Jorge Jalil: Dar la cara

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Aunque a veces las verdades duelan estoy seguro que la honestidad al hablar es algo que se llega a valorar mucho

Si hay algo que genera más malestar que los problemas que vivimos a diario es que no nos los expliquen, que no exista una cara visible para contestar nuestras preguntas o actualizarnos sobre el estado de la crisis.

Este gobierno se ha caracterizado por hacerse cargo, por responder, y no de una forma hiperpresidencialista donde el único autorizado para hablar con la prensa o dar explicaciones es el presidente, sino permitiéndole a los voceros de cada una de las carteras de Estado que hablen de su gestión.

El caso más destacable a mi parecer es el del ministro Luque. A pesar de que fue designado como ministro encargado cuando atravesábamos la peor crisis energética de la que al menos yo tengo memoria, uno de sus principales enfoques ha sido comunicar de forma sencilla, periódica y honesta la realidad de nuestra infraestructura eléctrica. Nos ha dicho que no es tarea fácil, que esta crisis no va a terminar mañana y que las soluciones no son inmediatas, pero lo hace hablando con la verdad y eso es algo que estoy seguro todos podemos valorar.

Otro ejemplo claro es el IESS. A diferencia de la gran mayoría de encargados de esta institución que hemos tenido, Eduardo Peña no se ha limitado a echarle la culpa a gobiernos anteriores o a contar con que el gobierno de turno salve al seguro social; ha dicho en reiteradas ocasiones que se encuentra trabajando con su equipo en un proyecto de ley que no sirva para este o el próximo gobierno, sino para los próximos 50 o 100 años. Aparecer en televisión y decir las verdades sobre nuestro régimen de seguridad social es duro, cosas como que necesitamos que los afiliados aporten por más tiempo o que para que familias enteras se atiendan en la red, el costo de la afiliación debe subir porque como está estructurado el sistema no es sostenible.

Aunque a veces las verdades duelan estoy seguro que la honestidad al hablar es algo que se llega a valorar mucho. Dar la cara en los momentos de adversidad siempre será mejor que esconder la cabeza en el suelo y pretender que todo está bien, o peor aún, mentirle a quien te debes: la gente.