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Joaquín Hernández: ‘Rerum novarum’

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Algunos comentaristas han señalado que uno de los discípulos más cercanos a san Francisco de Asís se llamaba León

‘Rerum novarum’ (De las cosas nuevas) es el nombre de la primera encíclica social de la Iglesia católica, publicada el 15 de mayo de 1891 por el Papa León XIII, antecesor en el nombre y seguramente en algunas de las orientaciones del nuevo papa León XIV

La encíclica, dirigida a los obispos y a los dirigentes de opinión de la Iglesia católica hablaba sobre la difícil situación de los obreros; la necesidad de respetar sus derechos laborales, pero también la necesidad de respetar la propiedad privada; y replanteaba las relaciones entre el gobierno, los empresarios y los trabajadores. 

La encíclica fue oportuna: gracias a la Revolución Industrial y al aparecimiento de grupos socialistas y anarquistas, el mundo obrero se alejaba del cristianismo por su ausencia en los problemas que atravesaba. Por ello, Rerum novarum fue la piedra angular de la doctrina social de la Iglesia; como tal fue también malentendida, y algunos la tacharon de coincidir con las ideas de la izquierda de la época.

Es poco probable que, por puro azar, el actual Papa haya elegido nominarse en la sucesión de los pontífices que llevan el nombre de León. Algunos comentaristas han señalado que uno de los discípulos más cercanos a san Francisco de Asís se llamaba León, y que ello remitiría a la relación del nuevo Papa con su antecesor, Francisco. 

Es posible, pero, sobre todo, el nuevo Papa tiene también ‘cosas nuevas’ que anunciar; también se encuentra en un momento de encrucijada civilizatoria, de la cual lo menos que hay que decir es que se trata de un cambio en el orden mundial. 

También que vivimos un fuerte proceso de descristianización/secularización de la cultura, por la cual la Iglesia católica corre el riesgo de ser malentendida como una ONG más, y el credo de la fe, convertido en fórmulas de autoayuda para adecuarse a las exigencias de la “civilización del espectáculo” como llamaba Mario Vargas Llosa a nuestra cultura actual.

El nuevo pontífice pertenece a la orden de los agustinos, que vive el rico pensamiento de San Agustín. Este Padre de la Iglesia combatió una de las herejías de su tiempo, el pelagianismo, que, como hace ver Carlos Peña en El Mercurio, está presente actualmente como visión optimista del mundo que desconoce, sin decirlo expresamente, el pecado original y cree que solo la voluntad del hombre es artífice de su destino. Este pelagianismo es la otra cara de la sociedad del cansancio que nos abruma y a la cual el filósofo contemporáneo Byung-Chul Han ha denunciado.