Columnas

¿En qué hemos cambiado?

"La historia muestra que esta no es la única pandemia y que ya habido otras, fulminantes y aterradoras, en siglos anteriores"

La respuesta a esta pregunta puede ser un buen balance de este año extraño; por una parte tan similar en cuanto a que todos hemos sido afectados de una manera u otra por la pandemia, y por otra, tan heterogéneo por la diversidad de reacciones que se han producido. Falta el balance final que tiene mucho que ver no solo con la cura médica de la enfermedad y la crisis económica causada, sino también por la afectación de la cotidianidad de la vida que causa: tanto locuras suicidas cuanto heroísmos abnegados.

En su último libro, Pandemia, Zizek resume lo primero, la igualdad en la que la pandemia nos ha sometido, con una cita de Martin Luther King: “Puede ser que todos hayamos llegado en diferentes embarcaciones, pero ahora estamos todos en el mismo barco”.

Lo que está implícito, sin embargo, como supuesto no consentido, es que haya que esperar algún cambio trascendental. La historia muestra que esta no es la única pandemia y que ya habido otras, fulminantes y aterradoras, en siglos anteriores, pero que eso no ha significado ninguna transformación en la condición humana. “Unos morían”, recuerda Pericles en su Historia de la Guerra del Peloponeso, “por falta de cuidados y otros a pesar de estar perfectamente atendidos. No se halló ni un solo remedio, por decirlo así, que se pudiera aplicar con seguridad de eficacia; pues lo que iba bien a uno, a otro le resultaba perjudicial”. Y sin embargo, la guerra continuó hasta el final.

La condición humana desfila en toda su grandeza y mezquindad en estos acontecimientos. Mercachifles que en pleno dolor aprovechan la confusión para enriquecerse; pretendidos expertos con explicaciones mágicas y a veces disparatadas, para explicar lo que está sucediendo; personas generosas que arriesgan sus vidas por salvar las de otros; innovadores de todo tipo que se multiplican en la carrera contra el tiempo para salvar vidas. La ciencia llega siempre tarde.

Nueve meses después de esta pandemia, no se puede preguntar qué cambios ha habido sino más bien, si hemos cambiado quienes hacemos la pregunta y en qué. Un ejercicio de fin de año.