Columnas

Pluripartidismo con partido dominante

"...baste señalar que nos espera una Asamblea muy parecida a las propias del precorreísmo"

No contamos aún con resultados definitivos sobre la conformación de la Asamblea. El 11 de marzo fue promulgado el resultado de asambleístas, aunque solo en términos porcentuales; aún hay chances de impugnación.

Faltando aterrizar porcentajes a curules, solo cito al CNE. Asambleístas Nacionales: correísmo 32.21 %, Pachakutik 16,81 %, ID 11,98 %, PSC 9,73 % y CREO 9,65 %. Les sigue Alianza Honestidad con 3,76 % y luego once movimientos más que suman 15,86 %. De esos porcentajes surgen 15 escaños.

Para asambleístas provinciales (116), discutir el peso de cada provincia y la distribución de votos sería muy extenso. Elementos relevantes son que el correísmo se lleva Manabí (45,85 %), Guayas (38,83 %) y queda segundo en Pichincha (20,53 %), apenas después de CREO (23,76 %). El socialcristianismo queda 14 puntos porcentuales abajo del correísmo en Guayas (24,25 %) y obtiene un cuarto lugar en Pichincha, detrás del “empate técnico” del correísmo (20,37 %) y la ID (20,37 %). En las provincias pequeñas predomina el correísmo, Pachakutik, la ID y movimientos con cuadros de fuerte raigambre local, entre los que no desaparece el PSC.

Ninguno de los métodos de asignación de escaños para elecciones pluripersonales es 100 % proporcional, aunque su denominación así lo sugiera. Aquello es lógico, ya que para lograr proporcionalidad propenden a compensar minorías y cada uno lo hace en distinto grado.

De entre las múltiples teorías existentes sobre sistemas de partidos, o las proyecciones del escrutinio en distritos subprovinciales, baste señalar que nos espera una Asamblea muy parecida a las propias del precorreísmo: pluripartidistas de partido dominante.

Sin ninguna duda será más fácil para el correísmo lograr mayoría absoluta. Le bastará un segundo partido de apoyo o negociar votos del ‘pool’ independiente, cosa fácil si llegara a triunfar Arauz. De triunfar Lasso para presidente, la única forma de garantizar mayorías estables será la visión, hoy aún en regateo electoral, de una gran coalición anticorreísta. Difícil que esa motivación pueda sostener durante 4 años una coalición parlamentaria.