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Impertinente

Avatar del Jaime Rumbea

Impertinente es pretender que la ciudadanía olvide o ignore estas inconsistencias

Dice el partido correísta UNES que el anuncio gubernamental de una consulta popular es “impertinente”.

Dice por su lado la Real Academia que “impertinente” puede ser: “1. adj. Que no viene al caso, o que molesta de palabra o de obra. Apl. a pers.; 2. adj. p. us. Excesivamente susceptible, que muestra desagrado por todo, y pide o hace cosas que están fuera de propósito”.

Supongo que Pabel Muñoz, portavoz de UNES en esto, quiere decir que para el correísmo la consulta “no viene al caso” o que el presidente “pide o hace cosas que están fuera de propósito”. Más allá del adjetivo, dice también Muñoz que la consulta pretendería ocultar una falta de gestión del Gobierno.

Extraña que para el correísmo “no venga al caso” una consulta cuando recurrió 4 veces en 10 años de gobierno a ese mecanismo. Extraña también porque ahora el Gobierno la plantea como alternativa a una ley del tipo que el correísmo tramitaba 3, 4 y hasta 5 al año, como económicas-urgentes ante un Legislativo funcional. ¿Qué puede ser un “mejor propósito” para el Gobierno que acompañar el anuncio de envío de una ley ante el desprestigiado Legislativo con la alternativa de trámite más democrática a su alcance, esto es, sometiendo su aprobación a consulta popular?

Cada vez que en las sociedades algún político se opone a los mecanismos más directos de participación política, podemos desconfiar. Y los miembros de UNES tienen un historial de proponer consultas para los temas de su interés pero negarse a los temas que otros han propuesto consultar usando sus derechos. Recordamos bien que el entonces candidato Lasso insistía ante el CNE correísta sobre una consulta para zanjar la pretensión de elección indefinida; o las innumerables intentonas de consulta de Yasunidos que el correísmo siempre gambeteó.

Impertinente no es entonces que alguien proponga una consulta en los términos que la Constitución y la ley prevén como forma de participación política directa, menos aún si la propone el presidente. Impertinente es pretender que la ciudadanía olvide o ignore estas inconsistencias.