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Competitividad

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"El Estado no puede ya exigir a la ciudadanía trasladarse por oficinas públicas para hacer un trámite, con carpeta y efectivo en mano"

Cero contacto, cero traslados, cero papel, cero riesgo. Así es como será la oferta de servicios de esta nueva época. Interactuar físicamente, arriesgando la vida, pasa a ser una opción, nunca una obligación.

Con el COVID quedó claro que el Estado no puede ya exigir a la ciudadanía trasladarse por oficinas públicas para hacer un trámite, con carpeta y efectivo en mano.

La Ley Humanitaria aprobada es muy clara. Su Transitoria XII dice que “Las entidades del sector público, las entidades prestadoras de servicios públicos, los órganos de las distintas funciones del Estado, cualquiera fuere su naturaleza, así como las entidades del sistema financiero, deberán organizar e implementar los mecanismos tecnológicos que permitan la presentación de solicitudes o activación de trámites, así como la comparecencia y suscripción de actos, contratos, diligencias y escritos a través de medios telemáticos o electrónicos”.

La ley también zanja un absurdo que implicó la paralización de millonarios flujos económicos y la destrucción de empleo a partir de la cuarentena. Impone al Consejo de la Judicatura 15 días para definir motivadamente qué servicios notariales seguirán requiriendo presencia física, justificando el riesgo sanitario. Para todos los demás, de un listado que incluye permisos de salida del país, declaraciones juramentadas, testamentos, hipotecas, prendas, compraventas, poderes, reformas de estatutos, entre otros, las personas firmarán electrónicamente, como ya lo permite la ley desde hace 18 años.

Merecen mención de honor las instituciones modernizadas hace años y las que con firmas y contratos electrónicos atendieron en cuarentena: los bancos, el Ejecutivo, el Legislativo y, aunque fuere para seguir cobrando, el SRI y las aduanas. La Dirección de Registro de Datos Públicos, también mencionada en la ley, ya se adelantó y ofrece un sistema para que las notarías se conecten con registros mercantiles y de la propiedad, sin que la ciudadanía tenga que andar cargando papeles. Casi todos los municipios ya permiten pagos electrónicos de impuestos. Es así como se gana competitividad.