Jaime Antonio Rumbea: Prejuiciosas ventajas

Siempre andamos a la caza de explicaciones, de comprensión, de anticipación
Existen prejuicios y prejuicios. Y frente a ellos existe la razón.
Se dice, por ejemplo, porque parece obvio, que el candidato presidente tiene ventaja sobre sus contendores: controla el aparato del Estado, capta la atención de los medios, inevitablemente orienta el debate -lo que le da ventaja en la mente del electorad- y, por definición, dispone de más presupuesto, aunque sea indirecto, para asegurar su éxito electoral.
En Political Control of the Economy, Tufte expone cómo los candidatos presidentes en Estados Unidos mejoran sus perspectivas electorales chorreando liquidez -vía prebendas y subsidios- durante la campaña a veteranos de guerra y poblaciones llamadas vulnerables. La evidencia muestra que estas estrategias históricamente han resultado en triunfos electorales.
¿Basta entonces el razonamiento de Tufte para probar que la ventaja del candidato presidente es una regla general y deja de ser un prejuicio? No: es solo una ventaja que debe ser capitalizada y que, aun así, no garantiza el triunfo.
Pero también dicta la cultura popular que criticar es más fácil que hacer. Suena obvio. Los contendores del candidato presidente tienen esa ventaja. Y no falta evidencia: las noticias y chismes sobre inseguridad sí que vuelan.
Cuando escribe sobre la circulación de información, Sustein no deja espacio a la duda: los chismes se propagan más rápido y eficientemente que las novedades positivas. Es un fenómeno psicológico.
¿Basta entonces estar del lado de la crítica para tener una ventaja electoral, o es también solo una ventaja y, por ende, prejuicioso usarla para pitonizar?
No hay ventajas reales en política, porque si las hubiera, bastarían las billeteras, las prebendas o las más ácidas críticas para liderar los balotajes. De esto saben quienes han ganado y perdido elecciones.
No basta siquiera creerse las ventajas que prejuiciosamente buscamos -electores y candidatos- en las encuestas. La única ventaja del candidato es conectar con la gente con una historia emocionante y convincente.