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Jaime Rumbea: Apuesta ganadora

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Jugó bien sus cartas el BID y ahora debería redoblar sus apuestas

Sin querer queriendo, gracias a los experimentos del laboratorio de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo -el BID Lab, Latinoamérica pudiera tener una oportunidad de oro.

Con la autorización otorgada por las autoridades norteamericanas de mercado de valores al primer fondo cotizado de acciones de Bitcoin, la tecnología blockchain -también llamada cripto o web3- ha sido legitimada en el concierto global. A solo un mes de la decisión, la capitalización de ese valor, Bitcoin, se disparó hasta superar a varios de los demás valores con los que se componen ese tipo de fondos.

 Atrás quedaron las épocas en que hablar de cripto era hablar de travesuras de jóvenes antisistema; atrás quedaron las épocas en que los gobiernos y las instituciones financieras tradicionales denostaban la tecnología, en signo de ignorancia y petulancia, cuando no de complicidad con el ‘statu’ quo’.

 Pero como el mundo es de los audaces, mientras aquello pasaba, algunos arriesgados metieron el dedo en el estanque y estuvieron haciendo experimentos, por si acaso esto que lucía tan prometedor despegaba. Lo hacían Paypal, Mercado Libre, Visa o Mastercard, entre otros. Y resulta que despegó. El BID Lab administra desde el año 2018 Lac-Chain, la cadena de bloques (i.e. blockchain) pública del Banco Interamericano de Desarrollo.

Sobre ella corren diversos programas y aplicaciones. Varios líderes tecnológicos administran nodos de validación; es una infraestructura pública y gratuita que ya lleva vigente suficiente tiempo como para probar su valor. Ese conjunto de expertos detrás de Lac-Chain, de entre los cuales hay algunos ecuatorianos, tienen la oportunidad de liderar el embarque de nuestra región en esta nueva revolución económica.

La gran diferencia entre las economías del mundo viene por su capacidad para aprovechar los ciclos de transformación económica; se nos pasaron el sector primario, secundario y lo principal del terciario. El BID armó el equipo y puso a disposición infraestructura para esta IV revolución industrial; fomentó el entrenamiento y puso el centro; toca entrar a cabecear.