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Iñigo Balda: Europa gira a la derecha

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La gente que quería mejorar su vida se ha visto superada por la que se aprovecha de un sistema que da la bienvenida con bonos

Durante una parte importante de este cuarto de siglo, en un gran porcentaje de países europeos, la izquierda se había hecho con el poder. Pero en los últimos comicios de casi todos los países de la Unión Europea estamos viendo que está cambiando la dinámica.

En veintiuno de los veintitrés países de la UE gobiernan partidos de derechas, creciendo así la tendencia de ‘derechización’ en el viejo continente.

Europa tiene muchos problemas de base, pero al comienzo del presento siglo el más importante era cómo plantarle cara al problema del envejecimiento de la población, que lleva a la inversión de la pirámide del sistema de pensiones estatal y que es aún hoy uno de los mayores problemas del continente.

Para solucionarlo, los partidos de izquierda vendían un mensaje de importar mano de obra para que cotice y para que de este modo los nuevos europeos “paguen las pensiones de los europeos mayores que se retiraban, y así pudiesen disfrutar de su pensión”.

Como muchas cosas, en el papel parecía un plan sin fisuras, pero en la práctica la avalancha migratoria que ha creado esta política a la larga no se ha podido parar.

Si bien hay muchas personas que han venido a ser nuevos europeos, adaptarse al continente y a aportar al sistema de pensiones y a la comunidad en general, hay otros que simplemente se han aprovechado de ese mismo sistema.

Ante la queja de los partidos de derechas en su día porque se iba de la mano esta situación, los gobiernos de izquierdas doblaron la apuesta por la migración masiva con regularizaciones de los inmigrantes y llamando a cualquiera que no esté en favor de la medida incívico, antipatriota, racista y obviamente terrorista del sistema de pensiones nacional, convirtiéndolo también en enemigo de los adultos mayores del país.

Poco a poco la gente que quería mejorar su vida se ha visto superada por la que viene a aprovecharse de un sistema que les da la bienvenida con bonos, que en principio son solo para ayudarlos con la llegada, pero que hoy en día se pueden eternizar; por lo que los ‘paga pensiones’ pasan a ser un peso importante para la economía.

Lo que antes apenas alcanzaba para las pensiones, ahora también tiene que ‘ayudar a levantar’ a los ‘nuevos europeos’. Al Estado no poder cubrir aquello y todos los demás gastos, pues incrementa los impuestos. 

En los últimos años el esfuerzo ya no solo consiste en cubrir el bono del ‘paga pensiones’, que no se ha movido para trabajar ni cotizar; sino que los gobiernos de izquierda también han promovido y financiado desde el Estado el movimiento ‘woke’, políticas climáticas y todo lo que incluye la famosa Agenda Global 2030.

Si bien el Partido Popular Europeo es el que gobierna en Europa, bajo el mandato de Ursula von der Leyen, no parece que logra entender los giros en los propios países que los eligieron.

El giro a la derecha responde a una clase obrera que no se ve identificada más con la izquierda y se ha pasado a la derecha dura; igual ocurre con una gran parte de la clase media que se cambia a la centroderecha, donde ve más estabilidad.

Este giro responde a una necesidad del ciudadano común de no seguir ahogado por la presión fiscal de gobiernos que dicen ser de la gente, pero que son más bien un peso importante de su gasto, sin mejoras 25 años después.