Columnas

El peligro en la inacción

"Las tasas de turismo alcanzaron las 271.238 visitas, cuando la capacidad de carga física, real y efectiva es 60 %"

Cuando el peligro es comprobado o potencial, hay una lista que hace visible lo mal administrados que están ciertos recursos, lugares, bienes; es la Lista de Patrimonios Mundiales en Peligro de la Unesco.

Un peligro comprobado, inminente, especifico es cuando hay una grave disminución de la población de las especies en peligro de extinción o de otras especies de valor universal excepcional; o que hay un severo deterioro de la belleza natural o valor científico; o que asentamientos poblacionales amenacen con la integridad del bien.

En 1978 se declaró a las Galápagos Patrimonio Natural de la Humanidad. En el 2007 se las incorporó a esa lista de Patrimonio en Peligro por la amenaza del turismo, la inmigración y especies invasoras, a una “reserva marítima considerada como un museo viviente y una muestra del proceso de evolución”. En 2016 fueron retiradas de esa lista “roja”.

Galápagos es la provincia más afectada económicamente del Ecuador. El colapso de su economía se debe a que es dependiente en más del 95 % del turismo. Hay desesperación, incertidumbre, frustración y hambre. El trueque de productos por la falta de ingresos ha revivido como en las duras épocas de los primeros colonos. La reactivación podría ser de uno a dos años. Los turistas siguen temerosos de viajar por la COVID, peor a lugares donde no hay la infraestructura hospitalaria adecuada. 

Los despidos han sido masivos, tanto en barcos, como en hoteles, agencias, comercios, transportes, aerolíneas, etc. Los trámites ante la banca privada o pública para renegociar plazos o recibir nuevos fondos son complejos y además por su alto riesgo son actualmente más difíciles e inciertos. 

Suma a este panorama la última reforma a la Ley Especial Orgánica de Galápagos, creando inseguridad jurídica a los operadores dentro del Parque Nacional Galápagos y la Reserva Marina por: (i) el concurso nuevo y discrecional en renovar las patentes de operación de las naves. Las inversiones económicas son a largo plazo para un mercado más exigente y las patentes no. (ii) No habrá concentración de patentes en familiares que hayan trabajado legalmente y sin sanciones. Es decir, un padre y su hijo que operan diferentes naves, con diferentes razones sociales y RUC.

Por otro lado, es necesario ahora comenzar a comprar las residencias de aquellas personas que no pueden estar por razones económicas, y así se pueda sincerar y mejorar la conservación, pues la contaminación y agresión a las islas viene dada por ese impacto del 2,7 % del territorio de Galápagos que es para desarrollo municipal; para este 2020 habrá 30.000 habitantes.

Las tasas de turismo alcanzaron las 271.238 visitas cuando la capacidad de carga física, real y efectiva es 60 % inferior.

El modelo turístico no puede ser atomizado, sino controlado, exclusivo para aquellos que valoran la naturaleza, de altos estándares; y entender que el “galapagueño” es tan migrante como todos los ecuatorianos que visitan las islas, pues ahí solo vivían las especies que maravillaron a Charles Darwin, y dentro de esas no estaba el ser humano.

Es complejo, pero se debe hacer… bueno, si es que este Gobierno en algo quiere pasar a la historia para bien.