Columnas

Importante y urgente

Es hora. Si lo ambiental es una prioridad, encontrará un camino. Si no es así, encontrará una excusa.

Dwight Eisenhower dijo que “Lo que es importante rara vez es urgente, y lo que es urgente, rara vez es importante”. Algo importante lo es por su interés, conveniencia o por el alcance de sus efectos. Lo urgente se reconoce por el apremio que implica o la necesidad. Esto dio pie a la Caja de Eisenhower para poder decidir de forma constante y con productividad, donde por ejemplo el tener el mejor personal es importante, porque contribuye a nuestra misión, valores y metas a largo plazo. Usando su método terminas: haciendo, decidiendo, delegando o eliminando.

Conocer la diferencia puede determinar el éxito de una gestión pública.

Este nuevo gobierno requerirá capacidad para poder lidiar lo urgente e importante al mismo tiempo, en el área de sostenibilidad por ejemplo:

1) Junio, las embarcaciones de bandera China estarán bordeando la zona económica exclusiva y la Reserva Marina de Galápagos. El financiamiento del Parque Nacional Galápagos de 22 millones de dólares al año no ha podido cumplirse debido a que parte de su presupuesto se nutre del 50 % de las tasas de entradas de turistas nacionales o extranjeros, de acuerdo a la Ley Orgánica de Régimen Especial de Galápagos; con ausencia de turistas durante la pandemia, no hay entonces cómo lograr vigilancia y control.

2) Actualmente en Galápagos, han introducido el palangre, un arte de pesca prohibido desde 2006, que tiene un alto índice de captura de especies marinas protegidas atrapadas en sus anzuelos. Lo han introducido a manera de “estudio” desde el año 2012, bajo el nombre de “empate oceánico”. El estudio continúa a vista y paciencia de todas las autoridades; para cuando regresen los turistas esperemos no haya que embalsamar esas especies para que vean cómo eran.

3) Represamiento. Más de 11.000 trámites de adjudicaciones y/o reversiones de concesiones de agua, nombramientos de juntas de riego, y un número parecido en registros, auditorías y licencias ambientales, más resoluciones de constitución de ONG ambientales, a pesar de haber salidas legales para que se despachen.

4) Existen cientos de demandas por silencio administrativo, es decir, por no contestar dentro del término establecido por ley: 30 días. Y la autoridad ambiental usualmente no comparece a las audiencia, dejándole el muerto a una Procuraduría General del Estado sin argumentos ni defensa.

5) Ampliación de Reserva Marina de Galápagos. ¿Qué nos dará más ingresos? ¿Pesca? ¿Conservación? ¿Ambos? ¿Cómo tratamos la conservación?

6) Basura y desperdicio innecesarios. Y hay desnutrición crónica y aguda en niños. ¿La economía circular en diseño y materiales será la solución?

7) Borrosa imagen de un país megadiverso, sin educación apropiada, sin ponderación de saberes ancestrales, que se presenta tímidamente a convenciones internacionales donde no aporta, no brilla, no destaca.

Y podría seguir, porque veo a diario cómo se descompone una autoridad y recursos naturales. El problema es que todo lo descrito es solo un ejemplo de cómo un gobierno atenta y agrede contra la empresa privada, el ciudadano, el desarrollo sostenible y la solidaridad internacional. Es hora. Si lo ambiental es una prioridad, encontrará un camino. Si no es así, encontrará una excusa.