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Fausto Ortiz: El efectivo y las ventas

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La evolución de la liquidez y el efectivo revela una transformación en los hábitos financieros del país

Entre las tareas más exigentes del Banco Central del Ecuador, calcular las Especies Monetarias en Circulación destaca por su complejidad. A diferencia de países con moneda propia, donde la emisión es una variable controlada, en Ecuador este cálculo requiere estimaciones más sofisticadas.

Al cierre del primer semestre de 2025, se reportaron USD 20.347 millones en efectivo circulando en la economía. A esto se suman USD 12.107 millones en cuentas corrientes y USD 61.862 millones en depósitos a plazo. Junto con los USD 100 millones en moneda fraccionaria, la liquidez total alcanza USD 94.416 millones.

En columnas anteriores hemos abordado la relación entre efectivo y cuentas corrientes, conocida como ‘preferencia de liquidez’. Hoy se ubica en 1,7; lo que indica que por cada dólar en cuenta corriente, los ecuatorianos prefieren mantener USD 1,70 en efectivo.

Este patrón se ha normalizado desde julio de 2018, cuando encontró dicho nivel.

Yendo hacia atrás, antes de julio de 2014, el indicador solía estar por debajo de 1, y lo normal en aquella época era que mantengamos más plata en cuenta corriente que en efectivo, por supuesto con excepción de períodos de ‘sustos’ que activaban el ‘colchón bank’.

Para ampliar el análisis y poder contar con una nueva referencia, observemos la evolución de las ventas internas entre 2011 y 2024 según el Servicio de Rentas Internas (excluyendo exportaciones y activos fijos). Estas pasaron de USD 123.524 millones a USD 207.308 millones, con un crecimiento promedio anual de 4,1%.

En contraste, el efectivo en circulación creció de USD 5.291 millones a USD 20.302 millones en el mismo período, a un ritmo promedio de 10,9 %, más del doble que las ventas.

En el año 2011 los USD 5.291 millones mantenidos en efectivo fueron el 4,3 % de los USD 123.524 millones en ventas.

Actualmente, el efectivo representa cerca del 10 % del total de ventas, el doble del promedio observado entre 2011 y 2014.

Aunque las ventas no equivalen al PIB, ofrecen una buena aproximación de la actividad económica.

En los últimos 13 años, el PIB nominal se multiplicó por 1,6; las ventas se multiplicaron por 1.7, mientras que el efectivo lo hizo por 3,8.

Un dato adicional: los depósitos a plazo crecieron a un ritmo aún mayor, 13,2 % anual entre 2011 y 2024, o multiplicados por cuatro en el período. A diferencia del efectivo, estas cifras provienen directamente de los balances del sistema financiero, sin necesidad de estimaciones.

La evolución de la liquidez y el efectivo revela una transformación en los hábitos financieros del país que bien podrían representar una población más joven, que no le da la misma utilización a la cuenta corriente como en el pasado, que prefiere mantener la de ahorros o depósitos preferentemente; o estamos frente a una dinámica diferente con algunos actores que prefieren el efectivo para no ser detectados tributariamente o volar bajo radares que intentan detectar actividades ilícitas.

Hoy la historia es completamente diferente contada a partir de estos números y hace necesario comprender esta dinámica que es clave para anticipar riesgos, diseñar políticas y entender cómo se mueve el pulso económico de Ecuador.