Columnas

La burra al trigo

Una manera muy popular de expresar la repetición de una acción nada conveniente para las partes involucradas, la mayoría de las veces.

Los políticos o los que creen serlo, es lo que hacen una y otra vez para reclamar al gobernante de turno por incumplimientos u omisiones, en casos puntuales, para sus intereses, sin reparar que generalmente el que recibe el mando de un país no es mago. Simplemente no acabará de arreglar las embarradas del mal gobierno que salió.

En el Ecuador, desde que somos república, casi todo se resuelve bajo amenazas y presiones. Es verdad que algunos dirigentes han necesitado ese reclamo para rectificar. Otros se han ido a su casa, dando paso a los llamados gobiernos de facto, que por supuesto no solucionaron nada. Muy pronto adoptaron los mismos vicios de los que los precedieron. No hemos tenido ni la suerte de una buena dictadura.

Destaco como ejemplos de gobierno el interinazgo del señor don Clemente Yerovi Indaburu, el gobierno del señor don Galo Plaza Lasso y para no cometer un acto de omisión, intencionada, debo mencionar también al del señor doctor Camilo Ponce Enríquez.

Familiarmente heredé ideas de libertad. Mi bisabuelo fue muy cercano a quien acabó con el oscurantismo en el Ecuador, el general Eloy Alfaro Delgado, cuya memoria en estos últimos años fue mancillada tan solo al mencionarlo durante actos que nos sumieron en la podredumbre en que estamos por mandatos de un Foro, ejecutados por el prófugo y sus secuaces, todavía amparados por el mamotreto de Montecristi.

País pequeño, dotado de riquezas infinitas. Podría volver a ser la tan mentada isla de paz. Desgraciadamente, populistas e izmierdistas se han opuesto.

Estamos por ver otra obra de importancia nacional, si es que se ponen de acuerdo los organismos involucrados. Por lo que se sabe, ¿será otro obstáculo para la navegación? ¿Se considerará el proyecto existente desde hace años y del que el gobierno es dueño? ¿Serán esta vez capaces de actuar con sentido de patria?

Deseo que no primen los intereses particulares o regionalistas.

Por una vez actúen pensando en la unidad de este hermoso Ecuador.