¿Por qué en Ecuador la desigualdad es elevada?

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El lavado de cerebro ha sido efectivo, la población piensa que el rico explota al pobre, que los empresarios se enriquecen pagando sueldos de miseria.

Por decenios los intelectuales izquierdistas, más de la sierra, culpan a los empresarios de ser responsables de la desigualdad, escriben ensayos y libros atacando al sector productivo privado. El lavado de cerebro ha sido efectivo, la población piensa que el rico explota al pobre, que los empresarios se enriquecen pagando sueldos de miseria. Afirman que los ricos y pobres son los mismos de siempre, una especie de estatus hereditario. Este concepto, va de generación en generación. Si se analiza la desigualdad objetivamente, el gran culpable es el propio Estado y quienes lo dirigen. La desigualdad disminuye con educación y condiciones para crear empleo, exclusiva responsabilidad de los gobiernos.

En los últimos dos años se ha escrito hasta la saciedad que durante una década, ingresaron 250.000 millones de dólares al Estado y fueron muy mal administrados, además de haberse dado un saqueo organizado. ¿Qué culpa tiene el sector privado por el país haber perdido la valiosa oportunidad de salir de la pobreza? Seguimos sin suficientes buenas escuelas y hospitales, falta de viviendas. ¿Son los ricos responsables del mal manejo de esa fabulosa cantidad de dinero público y del crimen organizado que esquilmó al país?

A pesar de los pésimos gobiernos, muchos pobres dejaron de serlo. La calle Gómez Rendón estaba llena de covachas y lodo, hoy están pavimentadas, las casas son de cemento, muchas con aire acondicionado. El único equipo importante de diagnóstico era la radiografía, ahora: resonancia magnética, ecografía, escaneo de huesos, TAC (tomografía), etc. Los vehículos eran lujo en pocas manos. Hoy se venden más de 100.000 unidades al año. Son pocos ejemplos de que la calidad de vida ha mejorado; los nuevos tugurios no se hubieran creado si los gobiernos se hubiesen preocupado por la educación y creación de las condiciones para aumentar el empleo.

Las Cámaras de la Producción necesitan un frente común creando un instituto dedicado a que el pueblo conozca lo que los empresarios han hecho desde la Colonia y siguen haciendo; no se defienden documentadamente, hay que hacerlo.

A pesar de los pésimos gobiernos, muchos pobres dejaron de serlo’.