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Centenario partido comunista chino

Avatar del Guillermo Arosemena

"Su fracasada revolución agrícola ocasionó una terrible hambruna"

El 1 de julio Xi Jinping conmemoró apoteósicamente los 100 años de creación del partido comunista. No hay qué celebrar. Su fundador, Mao, fue responsable de la mayor cantidad de muertes atribuidas a un dictador. Su fracasada revolución agrícola ocasionó una terrible hambruna; entre 1958 y 1962 fallecieron decenas de millones de chinos, cifra muy superior a la matanza de Hitler en el holocausto de los judíos y los asesinatos de Stalin. Me recuerda el proyecto comunista de Fidel Castro cuando pretendió producir 10 millones de toneladas de azúcar y obligó a todos los cubanos a trabajar en los cañaverales; su fracaso ocasionó un duro golpe a la economía cubana.

De 1.400 millones de habitantes en China, los que pertenecen al partido comunista no son más de 90 millones, apenas 6,5 % de la población total.

Los enormes logros de prosperidad que China ha alcanzado se deben a que en el área económica los gobernantes abrieron la economía a la inversión extranjera, permitieron que los agricultores fueran dueños de sus propias tierras, se alentó el emprendimiento, etc.

En lo político, el partido comunista no ha cambiado nada. No hay libertad de expresión, el acceso a Internet está controlado.

Cuando Gran Bretaña cedió Hong Kong a China se acordó lo que se conoció como Un país, Dos Sistemas. China respetaría el sistema liberal creado por los británicos. Xi Jinping acabó con el acuerdo, ordenó terminar la libertad de expresión en esa isla. Muchas personas han ido a prisión y días atrás el dueño del periódico Apple Daily fue puesto en prisión y debió cerrar sus operaciones; las cuentas bancarias fueron intervenidas. Por 22 años el periódico fue faro de libertad.

En China, los nacidos desde el 2000 no conocen el totalitarismo, así que el partido comunista a través del Ministerio de Educación reescribe la historia de ese partido. Situación similar ocurrió durante la revolución ciudadana en Ecuador, cuando se publicaron cuadernos de enseñanza manipulando nuestra historia. Recuerdo que una sobrina me envío una de las publicaciones que su hija tenía que estudiar. Lo comenté en mi columna.