Columnas

No al racismo y xenofobia

¿Es esta la democracia que tanto pregonan?

El 3 de noviembre serán las elecciones en EE. UU., calificadas mundialmente como “únicas, difícil de predecir con certeza o avizorar una derrota con prudencia”, incluso cuando las encuestas arrojan 8 puntos a favor del candidato retador; mas históricamente estas muchas veces se equivocaron. Tales conclusiones se sacan en función de factores que se entrelazan, pero son parte de la institucionalidad norteamericana, como la reelección con “privilegios presidenciales”, la institución electoral y las características del populismo yanqui. Y hay cosas incomprensibles para nuestra mentalidad y prácticas culturales. ¿Cómo un presidente autoritario, que irrespeta a gobernadores y alcaldes, mentiroso contumaz, xenófobo, supremacista, chauvinista, etc., puede osar lanzarse a una reelección y nunca haya sido sancionado? Junto a Netanyahu son los gobernantes más repudiados a nivel mundial. A nuestro criterio, significa una profunda crisis de la política y una degradación de los valores ciudadanos en una potencia que se imagina predestinada por la divina providencia. Parece que su decadencia hegemónica aunada a crecientes efectos económicos del coronavirus, al mal manejo de la morbi-mortalidad del COVID, las injusticias raciales, el desempleo creciente, entre otros factores, coadyuvan a su decadencia, desde los 70, y a la crisis actual. La ausencia de escrúpulos y principios éticos de Trump y la gavilla republicana agudizan la polarización en la sociedad y el irreconciliable enfrentamiento a nivel del bipartidismo, como sucede en la Cámara del Senado por el protervo nombramiento de una jueza ultraconservadora para la Suprema Corte. El New York Times sospecha que la estrategia trumpiana es reeditar 2016 en los colegios electorales, repudiando su derrota en las urnas, lo que hace que esta arcaica institución elija indirectamente al presidente. ¿Es esta la democracia que tanto pregonan? El Washington Post publicó un especial con fotos de las grandes colas de votantes y destacaba la gran presencia de jóvenes, minorías étnicas, mujeres, trabajadores y blancos con educación superior motivados a votar contra el racismo y xenofobia.