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¡Vuela junio!

Avatar del Francisco Huerta

Durante otros periodos de crisis, la acción de los gobiernos locales sostuvo a la república

Sí. Vuela junio, tal cual Richard Carapaz en las montañas europeas. El gigante carchense acaba de dar un mal paso que espero se convierta en una gran lección de comportamiento y ojalá se asimile por parte del Gobierno: lo han multado y lo han hecho perder puntos por ponerse en “posición de huevo”. ¡Cuidado! Especialmente en cuanto a seguir designando en funciones públicas a determinados sujetos que la gente repudia.

Por lo demás, vamos bien. De momento, los agitadores de profesión no tienen cabida. El espíritu de negociación y diálogo predomina. La vacunación ha mejorado con la utilización de procedimientos sugeridos por conglomerados de la sociedad civil. Bien por ellos. El problema ahora es conseguir la suficiente y oportuna dotación de vacunas para cumplir la más visible de las promesas de campaña: nueve millones de inoculados en cien días. Algunos sectores empresariales han comprometido su apoyo. Es posible cumplir un gran esfuerzo nacional que recupere a una plena capacidad de trabajo a los ecuatorianos.

Algunos municipios empiezan a realizar compromisos serios en favor de la reactivación económica. Durante otros periodos de crisis, la acción de los gobiernos locales sostuvo a la república.

Sin duda, la imagen del Ecuador ha crecido internacionalmente. Conviene aprovechar el buen momento para acrecentarlo y posicionarlo de modo que logremos la confianza del planeta. Espero que a la fecha de publicación del presente cañonazo tengamos buenas señales en cuanto a retorno de capitales ecuatorianos y generación de empleo. Se escucha respecto de grandes planes de inversión a nivel internacional, destinados a megaobras públicas. Si se respetan las reglas de protección del medio ambiente esas construcciones pueden contribuir a reactivar la economía mundial. Ello empujará la reactivación de la nuestra.

Mientras tanto, el tenis está en un momento increíble. Bien vale despertarse temprano para disfrutar de las hazañas de los consagrados y asombrarse con la calidad de juego de los nuevos que van llegando. Ya nos emocionamos con Roland Garros. Vienen Wimbledon. Y el U. S. Open.