Retomando el ejercicio del poder

"Pareciera que las múltiples crisis han evidenciado la necesidad de contar con los mejores elementos posibles en Comunicación e Inteligencia Estratégica"

Los “actos de habla” parecen intrascendentes. Por ello el discurso presidencial debe ser de lo más cuidado. Lo que dicen o dejan de decir los primeros mandatarios tiene más influencia de lo que en algunos casos merece. 

Ojo, que la falta de merecimiento no tiene nada que ver con el impacto de lo dicho. Siempre hay algunos ciudadanos menos provistos de neuronas. Ellos pueden mal interpretar y tomar decisiones incorrectas. ¿Por qué esta introducción? Porque los presidentes están hablando demasiado, confundiendo la obligación de informar con la de estar permanentemente presentes en los medios de comunicación.

Son muchos los países que adolecen del síndrome que Leopoldo Benites Vinueza atribuía a las “cotorras parlanchinas de América Latina”. 

Como en el Ecuador nos quejamos por la ausencia o por el exceso, en ocasiones al presidente Moreno se lo condena porque desaparece de la escena pública y en otras por expresiones imprudentes. El riesgo mayor cuando se ausenta es que todo el mundo disputa su espacio y el que menos se deja oír es el secretario de Comunicación. Con el reciente nombramiento de un hombre de experiencia en el sector público es de esperar que se ponga orden respecto al tema señalado y así se superen las contradicciones.

En cuanto a los cambios en la Secretaría de Inteligencia Estratégica llama la atención el nombramiento de un exfuncionario del régimen anterior. Nos hemos pasado largos años con mequetrefes al frente de tan delicadas funciones y hemos tenido sucesos tan lamentables como el caso Balda.

El presidente Moreno sin necesidad de mayores discursos ha procedido a realizar cambios rápidos con la velocidad requerida, sin caer en la pésima costumbre de establecer encargos que luego se prolongan en el tiempo.

Ojalá, que el Gobierno vuelva a tomar ritmo y sin dejar de lado el coronavirus no caiga en coronaviritis puesto que las urgencias son múltiples en economía, en agricultura, en retorno a la producción, etc., etc. Sería deseable que así lo entiendan todos los altos funcionarios y algunos entrometidos medianos también.