Una realidad y tres verdades

Avatar del Florencio Compte

'Desde el gobierno y las autoridades sanitarias se ha construido un relato en el que se pretende convencernos de que todo va bien y que todo está bajo control’.

La realidad existe más allá de nuestra voluntad, mientras que la verdad es una construcción. ¿Qué pasa cuando la realidad y la verdad no van de la mano? Decía mi profesor de ética del colegio: “hay tres verdades, la mía, la suya y la verdad verdadera”. En esta situación de crisis sanitaria que estamos viviendo ¿cuál es la verdad verdadera?

La verdad del gobierno y las autoridades sanitarias: “enfrentamos al Covid19 de manera responsable”, “los hospitales están abastecidos”, “tenemos suficiente equipo de cuidado tanto para enfermos como para el personal de salud”, “no queda ni un solo cuerpo por recoger en las casas”, “seguiremos trabajando para garantizar sepelios dignos y brindar un poco de alivio en estos momentos de dolor”, “tenemos todos los recursos, no tenemos problemas de financiamiento”, “existen suficientes exámenes de Covid19 para realizarlos a la población que lo requiera y se procesan miles de ellos diariamente”, “no queremos minimizar la realidad de la pandemia”, “nadie va a sacar provecho de estos momentos difíciles”. “Tenemos la obligación de transparentar toda la información estadística de Covid19, por dolorosa que sea” (el presidente Moreno dándole la orden ¿al presidente Moreno?).

La verdad de la gente: “el hospital Teodoro Maldonado entró en estado de coma”, “nos están dejando morir”, “esto es un infierno”, “el cadáver de mi padre lleva cinco días en la casa y nadie viene a recogerlo”, “no hay tanques de oxígeno”, “alguien que me ayude a conseguir paracetamol”, “los cuerpos se amontonan”, “he recorrido todos los hospitales y clínicas de la ciudad y nadie lo quiere recibir”, “más miedo me da morir de hambre que morir por el Covid”, “mi padre no fallece por el Covid, sino por la inoperancia sanitaria de las autoridades”.

Entonces, ¿cuál es la verdad verdadera? La respuesta es simple: aquella que coincide con la realidad. Desde el gobierno y las autoridades sanitarias se ha construido un relato en el que se pretende convencernos de que todo va bien y que todo está bajo control ... pero no es más que un relato. Esa es la triste realidad.