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“Para los ojos el infierno”

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Bien decía Benito Pérez Galdós: “Los ciegos serían felices en este país, que para la lengua es paraíso y para los ojos el infierno”

“Las personas declaradas culpables y sancionadas con penas de privación de libertad por sentencia condenatoria ejecutoriada, permanecerán en centros de rehabilitación social” (Constitución de la República del Ecuador). “Soñamos en un país en donde las cárceles no son antros para perfeccionar la criminalidad y atropellar sistemáticamente los derechos humanos, sino espacios de resocialización”. (Plan de Gobierno 2007-2011). “Garantizar los derechos de las personas privadas de la libertad y de adolescentes infractores; (…) coadyuvando a la reducción del hacinamiento penitenciario, la efectiva rehabilitación, la reinserción social y familiar y la justicia social”. (Plan Nacional de Desarrollo, 2017-2021. Gobierno de Lenín Moreno). “…el sistema penitenciario apoyará la lucha contra la inseguridad ciudadana teniendo como finalidad principal la reinserción social de las personas privadas de la libertad. Para ello, es preciso que los centros de rehabilitación social cuenten con los espacios mínimos necesarios, brinden oportunidades de trabajo, capacitación para la vida laboral posterior, brinden adecuados servicios educativos, médicos y deportivos y, que presten la ayuda psicológica correspondiente”. (Plan de Gobierno de Guillermo Lasso, 2021-2025).

Reinsertar. Volver a integrar en la sociedad a alguien que estaba condenado penalmente o marginado. (Diccionario de la Real Academia Española).

Hoy se desatan guerras internas de bandas por el control de los pabellones de las cárceles. El hacinamiento supera el 50 %. Se entremezclan personas detenidas por delitos menores con otros de alta peligrosidad. Hay cientos de detenidos con prisión preventiva caducada y otros con boletas de excarcelación lista, pero sin que se haga efectiva. Los internos poseen armas de uso reglamentario ¿quién se las provee? Mientras se suceden planes que nunca se hacen efectivos, la rehabilitación y la reinserción social sigue siendo un mito.

Bien decía Benito Pérez Galdós: “Los ciegos serían felices en este país, que para la lengua es paraíso y para los ojos el infierno”.