Columnas

Día Mundial de las Ciudades

Que las comunidades urbanas son un activo para el fomento de la cohesión social y la preservación y restauración del medio ambiente.

Este sábado 31 de octubre se conmemora el Día Mundial de las Ciudades, evento establecido por la Organización de las Naciones Unidas “con el objetivo de promover el interés en la urbanización y fomentar la cooperación entre los países para aprovechar las oportunidades y afrontar los desafíos que plantea el urbanismo, así como para contribuir al desarrollo urbano sostenible en todo el mundo”.

Este año, la celebración de este evento se hará dentro de las particulares e inusuales circunstancias que está atravesando nuestro planeta. Hemos constatado que somos frágiles ante eventos como una pandemia y que, a pesar de los siglos transcurridos, la más eficiente medida para combatirla ha sido el aislamiento y el encierro. Al igual que se lo hacía en la Edad Media.

Si algo se evidenció también durante estos meses es que en una ciudad aislada y con sus ciudadanos confinados los sistemas tradicionales de abastecimiento de productos básicos resultan ineficientes.

Hay que recordar que la mayor parte de la población del planeta habita en un entorno urbano. Que el 55 % de la población que habita en ciudades genera el 80 % de la producción económica mundial. Que las comunidades urbanas son un activo para el fomento de la cohesión social y la preservación y restauración del medio ambiente. Que, tal como lo indica la ONU: “Las ciudades que pueden atraer a personas creativas e innovadoras y fomentar comunidades creativas y comprometidas a través de la educación, la cultura y el espacio para interacciones y debates, tienen más probabilidades de generar respuestas adecuadas”.

Esta conmemoración llama a reflexionar sobre la importancia de las ciudades como el escenario y la infraestructura física donde las personas y las comunidades desarrollan sus capacidades y potencialidades, y donde deben encontrar el bienestar.

La pandemia nos ha demostrado que puede ser también tomada como una oportunidad para generar cambios importantes a favor del ciudadano como eje de la planificación urbana y de recuperación para sí de sus espacios públicos.