Hacer el ridículo
"¿Hay un plan de contingencia para la emergencia sanitaria? ¿Las medidas que se están tomando son las adecuadas? ¿Nos hemos preparado para la posibilidad de una segunda ola de la pandemia?"
¿Quién llevó la COVID-19 a los hospitales del país? Parecería que es una pregunta que no tiene una respuesta clara para todos, excepto, claro, para el ministro de Salud. Resulta ser que para el señor ministro los médicos, enfermeras y el personal hospitalario fueron quienes, desde el ámbito social, llevaron la enfermedad a los hospitales. No fue, por supuesto -según su “sabio” criterio-, el hecho de que no tuvieran equipos adecuados de protección, ni las condiciones laborales donde estén cubiertos los mínimos protocolos de seguridad. Eso, según el ministro, no tiene nada que ver. Tampoco importan las decenas de médicos y enfermeras fallecidos y los cientos de contagiados por atender a los enfermos. Al parecer, es irrelevante el que no haya dinero para contratar a más personal sanitario o que los actuales cobren tarde, mal o nunca, o que las medicinas caduquen mientras se las niega a los enfermos o que de manera descarada se las roben y las negocien sin importar que sigan subiendo los casos de contagiados y los muertos. Esos son detalles menores. Los culpables, según su “docto” criterio, son los miembros del personal de salud.
Unos días después de tan desafortunadas declaraciones el señor ministro subió el audio completo, en el que se ratificaba la insensibilidad y su desconocimiento sobre la situación de emergencia en que vivimos. Como dice el refrán, señor ministro: “no aclare, que oscurece”. Al parecer el doctor Juan Carlos Zevallos vive también otra realidad.
Las preguntas que debemos hacernos son otras: ¿hay un plan de contingencia para la emergencia sanitaria? ¿Las medidas que se están tomando son las adecuadas? ¿Nos hemos preparado para la posibilidad de una segunda ola de la pandemia?, y la que es más compleja de responder: ¿tenemos ministro de Salud?
Una recomendación doctor Zevallos, si desconoce usted sobre lo que está sucediendo en el país, mejor quédese callado. Josep Tarradellas, recordado presidente de la Generalitat de Catalunya, decía: “…en política se puede hacer de todo, menos el ridículo”. No haga el ridículo doctor Zevallos.
