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Florencio Compte: La paradoja de la violencia urbana

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Que desde la municipalidad se generen políticas, planes, proyectos y acciones creativas y factibles de un nuevo urbanismo

La violencia urbana en las ciudades ha generado que se creara una paradoja y un círculo vicioso. Por un lado, el incremento de la inseguridad ha hecho que poco a poco se reduzca el uso de los espacios públicos; y, por otro, su falta de uso, ante el temor constante, genera desconfianza y pérdida del sentido de colectividad, lo que, a su vez, incrementa la violencia urbana, el aislamiento en lugares cerrados (barrios enrejados y comercios dentro de lugares amurallados) y la inseguridad.

Bajo esas premisas, Guayaquil constituye un desafortunado ejemplo y un caso de estudio. La violencia que existe dentro del ámbito privado se ha trasladado a lo público, a la calle, a las aceras, a los parques, a los centros comerciales, a las cárceles, etc. Estos lugares se han convertido en los escenarios de una guerra abierta entre grupos delincuenciales rivales. Ante esta paradoja, aparentemente sin solución, ¿qué se puede hacer?

El 10 de septiembre de 2021, durante la administración de Cynthia Viteri, la Municipalidad de Guayaquil publicó la Ordenanza de actualización del plan de desarrollo y ordenamiento territorial 2019-2023 y el plan de uso y gestión del suelo del cantón Guayaquil, entre cuyas novedades estuvo la división de la ciudad en 17 distritos con el objetivo de potenciar las nuevas centralidades existentes. En función de ello, la nueva administración municipal de Aquiles Álvarez subdividió la ciudad en 19 áreas de gestión administrativa. Sin embargo, es poco lo que se conoce sobre lo que se ha avanzado para su real implementación.

Además de la inmediata aplicación de ese plan, que podría devolver a la ciudadanía su derecho sobre la ciudad y la confianza en las instituciones y organismos de control, es necesario que desde la municipalidad se generen políticas, planes, proyectos y acciones creativas y factibles de un nuevo urbanismo que construya y genere espacios públicos que permitan la interrelación y la vinculación de las áreas específicas de la ciudad con el ciudadano, y que se construya ciudad, en el más amplio y complejo alcance de su significado.