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Florencio Compte: ¡Estamos hartos!

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Estamos hartos de que seamos los ciudadanos los que tengamos que volver a pagar las facturas de gobiernos ineficientes y corruptos...

Si el año 2021 fue el de la incertidumbre, el 2022 del desaliento, seguramente el 2023 fue el de la desolación. Salimos de la pandemia y de la incapacidad del gobierno de Lenín Moreno y, cuando pensamos que no podía haber algo peor, llegó Guillermo Lasso quien, con su inoperancia, y en 900 días, logró que tocáramos fondo, dejando un país devastado.

El 2023 cierra con la confirmación de algo que sospechábamos pero que no contábamos con la certeza de que ocurría. Es más, ni siquiera podíamos suponer el alcance que podía tener. La fiscal General destapó el caso de corrupción más grande de la historia de nuestro país, en el que se entremezclan narcotraficantes, políticos, asambleístas, autoridades locales, fuerza pública y jueces. El 2024 nos permitirá conocer a qué punto, por fin, habrá justicia -esa maltrecha palabra en Ecuador- y que se juzguen y sancionen a todos los involucrados.

Al final del año 2021 escribí una frase que sintetizaba lo que pensamos todos los ecuatorianos y que, hoy, la repito: “estamos hartos”. Estamos hartos de no poder circular libremente por las calles por temor de ser asaltados o secuestrados, estamos hartos de que seamos los ciudadanos los que tengamos que volver a pagar las facturas de gobiernos ineficientes y corruptos, estamos hartos de no tener autoridades en quienes confiar, estamos hartos de un sistema judicial corrupto, estamos hartos de que la fuerza pública se sienta vencida ante el poder del narcotráfico y de las bandas criminales. Estamos hartos de que sean los delincuentes quienes dicten las leyes y rijan los destinos del Ecuador.

¿Qué nos depara, entonces, el 2024? No hay que ser clarividente para dar la respuesta: más dudas e incertidumbre para nuestras vidas diarias, para nuestra economía y para el futuro del país y del planeta. A pesar de ello, siempre queda la esperanza de que el pueblo reaccione y exija un cambio y de que el presidente presente propuestas claras que permitan sacar al Ecuador de la crisis y del fondo en el que estamos.

Porque la esperanza es lo último que muere: ¡Feliz Año Nuevo!