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¿Qué es un espacio público?

Avatar del Florencio Compte

"Pero hay otro espacio público esencial en la historia de Guayaquil: el soportal"

Antes de hablar de los nuevos espacios públicos en las ciudades habría que empezar aclarando qué es un espacio público. Por definición se supondría que un espacio público es aquel que es de propiedad pública, sin embargo, en la contemporaneidad, ese concepto queda estrecho. Ya a finales del siglo XIX el urbanista Ildefonso Cerdá aproximaba una definición más clara, al indicar que el espacio público es aquel que concierne a la vida colectiva, es decir aquella que no se encontraba “en el tranquilo sagrario del hogar doméstico, sino en el movimiento y agitación de la calle”.

Hasta antes de la explosión de los medios de comunicación modernos la plaza era el lugar de los encuentros y de los desencuentros de los ciudadanos. Era el sitio hacia donde se dirigían para enterarse de las noticias y de las novedades. Hoy, aun cuando es más rápido acceder a las redes sociales para conocer qué sucede en el país y el mundo, y que los centros comerciales son ahora los sitios donde la gente acude para ver y dejarse ver, la calle y la plaza siguen siendo los lugares significativos de convergencia de las reivindicaciones ciudadanas.

La teórica argentina Marina Waisman indicaba que era en los espacios públicos donde los habitantes de una ciudad se convertían en ciudadanos, quienes le asignaban un valor plurisignificante a estos espacios en función del éxito que tuvieran. ¿Qué necesita un espacio público para ser exitoso? Primero, que sea confortable; segundo; que sea accesible; tercero, que permita realizar acciones de sociabilidad y, cuarto, que las personas se apropien de él.

La canadiense Jane Jacobs establecía la clara delimitación entre el espacio público y el privado, y el éxito de una ciudad de acuerdo a que hubiera gente y movimiento constantes, calles seguras delimitadas por aceras vivas y útiles y con prioridad hacia los peatones. Pero hay otro espacio público esencial en la historia de Guayaquil: el soportal. Este es el lugar de transición y de extensión de lo privado hacia la calle, de confluencia de todo tipo de actividades y de identidad de nuestra ciudad.