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Difícil situación

Avatar del Fernando Cazón

Entonces ya no seríamos Ecuador, país bananero, ni Ecuador del terror, sino Ecuador, el país donde los pájaros disparan a las escopetas

Los días pasan y el tema en boga en nuestro país sigue siendo la crisis carcelaria y la violencia en las calles. El presidente Lasso ya reconoció que es necesaria la ayuda internacional para vencer al monstruo del narcotráfico, que de a poco, a través de bandas delictivas manejadas por mafias internacionales, se ha convertido en dueño nuestra tierra. Dejamos de ser Ecuador, país bananero, para convertirnos en el Ecuador del terror. Es que ya no solo llama la atención la cantidad de armamentos y municiones que pueden encontrarse dentro de las penitenciarias, sino también la capacidad que tienen para resolver ciertas situaciones, pasando por encima de nuestros policías y militares.

La semana anterior se conoció del secuestro de dos jóvenes en Manta. Una de ellas había sido la hija alias Fito, líder de la banda delictiva de Los choneros, secuestro que hizo temblar a más de uno. Recién nos tocó ser espectadores de la última matanza dentro de la Penitenciaría del Litoral, que dejó postales de historias de ultratumba: reos descuartizados y pilas de muertos quemados.

Pensar en la ira del capo de Los choneros, por la hazaña de meterse con su sangre, hizo avizorar venganza, sangre y más muerte, no únicamente para los autores del secuestro, sino para todos, culpables e inocentes. Pero la chica apareció sana y salva, y se encuentra ya a buen recaudo.

Lastimosamente no le podemos dar los créditos a esta historia con final feliz a nuestros policías, porque fue el mismo Fito quien se encargó, aparentemente con su gente, de averiguar el paradero de su hija, y de sembrar el terror en los secuestradores para que poco tiempo después ella fuese liberada.

Es decir que vivimos en un país donde está todo al revés, ya que son los mismos delincuentes quienes movieron a su gente para dar con la secuestrada.

¿Nuestras fuerzas del orden no lograron resolver nada? A lo mejor le pedimos a Fito que nos ayude a resolver qué pasó con los hermanos Restrepo y descubre el misterio. Entonces ya no seríamos Ecuador, país bananero, ni Ecuador del terror, sino Ecuador, el país donde los pájaros disparan a las escopetas.