Columnas

Crónica de un fracaso

"El éxito de Reactívate Ecuador dependerá, principalmente, del volumen de recursos que el Gobierno consiga para el fondo -administrado por la CFN- que comprará los préstamos dados por la banca privada"

Es obviedad reiterar que Ecuador no tiene capacidad financiera para que el gobierno garantice los préstamos nuevos que otorgue el sistema financiero, para la reactivación productiva, como lo ha hecho, por no ir muy lejos, Perú. Los mecanismos de apoyo al empresariado serán, en esencia, indirectos.

Dos herramientas que pueden funcionar bien constan en la ley “humanitaria”. Primero: los préstamos nuevos que se otorgue hasta el 31 de diciembre, “superiores a 25.000 dólares, a un plazo mínimo de cuarenta y ocho meses, podrán deducirse del impuesto a la renta el 50 % del valor de los intereses recibidos... ...hasta finalizar la operación”. Segundo, se exonera de impuesto a la renta al 50 % de los intereses recibidos “en el caso que, en los créditos concedidos por montos superiores a los 10.000 dólares se incrementare su plazo en al menos doce meses adicionales al plazo original” (art. 10).

Un tercer mecanismo lo propuso desde marzo la superintendenta de Bancos, y de algún modo ha sido ya acogido con decreto 1070, del 11 de junio: la creación de un fondo -denominado Reactívate Ecuador- destinado a comprar a los bancos préstamos nuevos otorgados a empresas afectadas por COVID-19.

El éxito de Reactívate Ecuador dependerá, principalmente, del volumen de recursos (financiamiento de multilaterales) que el gobierno consiga para el fondo -administrado por la CFN- que comprará los préstamos dados por la banca privada. Pero no solo de eso. También de que, como lo reconoce el decreto 1070, se entienda que esas operaciones “por su enfoque al sostenimiento del empleo, la cadena de pagos y la reapertura productiva, conllevan una exposición a un nivel de riesgo mayor”, y que eso debe ser tomado en cuenta “integralmente para la emisión de regulaciones” (disp. gral. 3ª).

Contrariando expresamente esa orden, la resolución 583-2020-F de la Junta Monetaria, del 19 de junio, solo prevé que Reactívate Ecuador compre tales préstamos “con recurso”, es decir con responsabilidad solidaria del banco vendedor en caso de impago. Cero riesgo para el Estado. Fracaso anunciado.