Reactivación ‘ipso facto’

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"Conforme avancen los días, la presión de la ciudadanía por abandonar el confinamiento y sus restricciones irá creciendo hasta desbordar el control de las autoridades".

La prédica de las autoridades transita por camino separado a la práctica de los ciudadanos. Ya no soportan continuar inactivos económicamente, sin producir el sustento diario que les permite atender las necesidades básicas de sus familias. Si no los alcanza el virus, los alcanzará el hambre.

Es evidente que en Guayaquil, a pesar de las disposiciones de restricción de circulación, los ciudadanos buscan las maneras de sortearlas y lograr estar en las calles trabajando. El motor y esencia del Puerto Principal salen a flote, y este hace lo que mejor sabe: activar el comercio y producir. Por supuesto que las medidas de prevención son necesarias para evitar el incremento súbito de las cifras de contagio que conllevan al colapso del sistema de salud, desabastecimiento de medicinas y carencia del personal especializado para atender a los afectados con síntomas severos de la enfermedad.

Estudios y métricas efectuados sobre la pandemia demuestran que cualquier factor de reproducción del COVID por encima de 1 es peligroso por el nivel de dispersión que provoca. Ecuador está alrededor de 2.40, por lo que las cifras de contagio están lejos de bajar dramáticamente, y con ello no me refiero al nivel de mortalidad, que es diferente y dependerá de factores particulares de los individuos que la contraigan y de la calidad y oportunidad de atención médica que reciban.

Las medidas de confinamiento se utilizan para reducir significativamente el numero de contagios, sin embargo, es indudable que buena parte de los habitantes de varias ciudades de nuestro país no las han respetado.

Conforme avancen los días, la presión de la ciudadanía por abandonar el confinamiento y sus restricciones irá creciendo hasta desbordar el control de las autoridades.

El Gobierno debe implementar urgente y masivamente, pruebas para detectar el COVID, pues el país necesita comenzar su reactivación ‘ipso facto’, de manera ordenada, para evitar el colapso de nuestra economía, sin que tengamos que llegar a la conocida expresión de que “el último que sale, que apague la luz”.