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¡Paren el desangre!

Avatar del Diana Acosta

El Ecuador se desangra. Estamos librando una de las peores guerras que puede enfrentar un país y es la orquestada por las mafias, que pujan por el control de diversos territorios a nivel nacional.

Vemos, gracias a la prensa libre, decenas de hechos criminales como robos, asesinatos, entre otras atrocidades, ante la mirada impávida y cómplice de las autoridades.

El estado de Excepción no ha servido para nada, el país sigue a merced de la delincuencia que no da tregua, con un gobierno que evade su responsabilidad frente a la grave crisis carcelaria.

El fin de semana fuimos testigos de cómo en la Penitenciaría del Litoral masacraron con saña y maldad a decenas de privados de la libertad, sin que las fuerzas del orden pudieran hacer algo para frenar el abominable acto. Era casi surrealista ver a la fuerza pública agazapada en los alrededores del centro de reclusión atacado, sin que pudieran hacer nada para detener el ataque asestado por los mismos internos, que, inexplicablemente, contaban con nutridos arsenales, muy superiores a los de la autoridad que debe mantener el orden dentro del recinto carcelario.

A pesar de que el Gobierno ha sentenciado en sus mensajes, que los criminales “serán derrotados”, hasta ahora es el Ejecutivo y también la ciudadanía los que vamos perdiendo la batalla. La falta de experiencia y conocimiento atentan contra el eficaz manejo de situaciones críticas como esta, el perfil de los funcionarios debe estar a la altura del problema y no solo para la foto. Las autoridades encargadas han fracasado, es hora de buscar la asesoría necesaria para emprender una batalla efectiva contra estas mafias.

La sensación general es que estamos desprotegidos ante el crimen organizado. No pierdan tiempo soñando con el ingreso de la inversión extranjera o el crecimiento del turismo, sin comprometer la seguridad que estos sectores demandan. El Ejecutivo está más preocupado de ver cómo nos ahoga con impuestos, que de salvar la vida de sus ciudadanos. No vemos ningún plan para blindar nuestro país contra la delincuencia. ¡Paren el desangre!