Un justo 0 sobre 10

"Toda crisis debe ser una oportunidad para cambiar, para poner la casa en orden, para mejorar, pero no para ensañarse con el pueblo, vulnerar sus derechos, ni violentar la Constitución"
Los ecuatorianos esperábamos alguna buena nueva del presidente en su Informe a la Nación, como por ejemplo, que vetaría todo lo inconstitucional de la Ley Humanitaria, pero nada. Concuerdo en que sus medidas no buscan ser populares, pero tampoco deberían ser inconstitucionales. Su discurso y actuación merecen un justo 0 sobre 10. Llegó a la presidencia con el trillado discurso de que haría la cirugía mayor a la corrupción y lo único que ha demostrado es que en su gobierno siguen incrustados muchos de los corruptos de siempre, que gracias a la veeduría ciudadana han quedado desenmascarados. Se trata de los canallas de siempre. ¿Cuánto dinero han recuperado de la corrupción? 0. Llegó a la presidencia ofreciendo 500.000 empleos al año, pero con sus nefastas políticas públicas en materia laboral y con sus inconstitucionales reformas, lo único que consiguió es que medio millón de ecuatorianos, pasen al desempleo. Aquí tiene otro 0 sobre 10. Su propuesta es seguir quitándole liquidez a la economía, continuar vulnerando derechos fundamentales de los trabajadores públicos y privados, dejar a los corruptos de siempre incrustados en la instituciones del Estado para seguir haciéndose de la vista gorda ante los casos de corrupción, como el sucedido en los hospitales públicos en plena pandemia. Todos rumoran a viva voz quiénes son los bribones que están detrás de los pseudocontratistas; sin embargo, siguen como si nada ha pasado, disfrutando de sus bienes mal habidos. 0 redondo en esta también.
Cuando inició la crisis, aseguró que no habrían despidos y ahora los legaliza. Quiere pasar como gran castigador al decirnos que sus amigos empresarios no podrán repartir utilidades, pero seguro tampoco controlará, ni sancionará nada. Su credibilidad del 14 %, demuestra cuánto ha defraudado al pueblo.
Toda crisis debe ser una oportunidad para cambiar, para poner la casa en orden, para mejorar, pero no para ensañarse con el pueblo, vulnerar sus derechos, ni violentar la Constitución.
“¿No quiero que me recuerden”, dijo? Nosotros tampoco queremos.