Conspiradores de turno

Es la democracia la que debe triunfar en nuestro país, por sobre los intereses egoístas de los politiqueros de turno
Un estudio efectuado por científicos de la Universidad de Edimburgo sostiene que el agua y el aceite sí pueden mezclarse bajo ciertas circunstancias. Este evento que se pensaba improbable también ocurre en las relaciones políticas extravagantes que tenemos en nuestro país.
Tal y como menciona el experimento, acá se han mezclado el equivalente al agua y el aceite; las fuerzas políticas de Nebot se han unido a las de Correa, en circunstancias muy particulares, que pocos llegamos a entender.
El informe aprobado abrumadoramente, con conclusiones ridículas y tragicómicas, es un duro golpe a la imagen internacional de nuestro país, donde regresaremos a ser vistos, nuevamente, como una república bananera sin conciencia democrática, donde se busca sacar y poner mandatarios a la carta; situación nefasta en un régimen de derecho.
Ahora lo importante será la petición de juicio político que se presente al CAL, pues será este y su fundamento lo que deba conocer y resolver la Corte Constitucional, mas no el cachivache intelectual aprobado por los conspiradores de turno.
Mañana, Día Internacional de la Mujer, será un día fundamental para la democracia por el posible alboroto social que pretende darle cuerpo al juicio político en ciernes a través de la fuerza de choque que promueve el estallido y desorden en las calles, para lograr el ambiente perfecto de desestabilización, que les facilite a los carroñeros políticos pregonar que el país arde, que hay grave conmoción nacional, que el presidente ya no tiene el favor popular y, que por lo tanto, resulta inevitable su salida; sin calcular que antes de destituirlo, el presidente podría activar la muerte cruzada, medida autodestructiva que mandará a los asambleístas a su casa, para este gobernar por decreto.
Los políticos necesitan sensatez y conciencia. Es la democracia la que debe triunfar en nuestro país, por sobre los intereses egoístas de los politiqueros de turno. No queremos más presidentes que entren por la ventana, Ecuador necesita precautelar el orden constituido y el Estado de derecho.
¡Salvemos la democracia!