Columnas

Ni guerra, ni mundial

Por lo tanto, queda claro que el acto ejecutado es una contundente respuesta a los ataques criminales recibidos por parte de Irán.

La noticia que alarmó a buena parte del mundo fue la eliminación de un general del ejército de Irán en un ataque realizado por las fuerzas militares de los Estados Unidos de América. El hecho fue ejecutado quirúrgicamente y logró con éxito extirpar del planeta al autor de varios ataques a blancos estadounidenses. Incluso, este no fue el único operativo militar efectuado ese día, existió otro en Yemen, donde el objetivo era eliminar a un subordinado del general exterminado, que encabeza las milicias iraníes terroristas en ese país.

A la luz de estos hechos, pareciera que ha sido Estados Unidos quien ha comenzado las hostilidades contra Irán, sin embargo, no es así. Es importante recordar que, a fines del año pasado Soleimani, el general iraní abatido, atacó las instalaciones de la embajada del país americano en Bagdad. Por lo tanto, queda claro que el acto ejecutado es una contundente respuesta a los ataques criminales recibidos por parte de Irán.

No faltaron los alarmistas que nerviosos y alterados soltaron a los cuatro vientos anuncios afirmando que la tercera guerra mundial estaba a las puertas. Nada más lejos de la realidad, no hay tercera guerra y menos mundial. Simplemente, se trató de un operativo militar ejecutado, como tantos otros que se realizan en una de las zonas más calientes del mundo.

Como era lógico, el precio del petróleo se alteró en vista de que está expuesto y es sensible a las especulaciones que acompañan a todos los productos que se transan en las bolsas de valores del mundo. El paso del tiempo irá apaciguando las aguas en el Medio Oriente. No hay guerra y menos aún, un conflicto bélico mundial.

No hay duda que el presidente de los Estados Unidos tiene carácter y actúa sin rodeos ante cualquiera que atenta contra su país y sus conciudadanos.

Bien por la templanza con la que maneja este tipo de decisiones. Ojalá tuviéramos líderes en nuestro país con un poco de esa personalidad y firmeza, para que las cosas caminen como deben pues “la injusticia en cualquier parte, es una amenaza a la justicia en todas partes”.