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Diana Acosta-Feldman | La luz de Janucá

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Lo que comienza con mensajes de odio en redes sociales puede materializarse en violencia en cualquier lugar del mundo

Janucá es la festividad judía que celebra el milagro de la luz en medio de la oscuridad. Hace más de 2.000 años, cuando el pueblo judío recuperó su templo en Jerusalén, de manos opresoras que pretendían robar su identidad, se dieron cuenta de que solo quedaba aceite para mantener encendida la Menorá (candelabro) durante un día, pero milagrosamente ardió durante ocho. Desde entonces cada noche durante Janucá se enciende una vela más, hasta que ocho brillen juntas, recordándonos que la luz siempre vence a la oscuridad y que el valiente y resiliente pueblo judío siempre triunfa ante la adversidad.

El domingo 14 de diciembre, en una de las icónicas playas de Australia, mientras se celebraba el primer día del evento llamado Janucá en el mar, enajenados asesinos antisemitas mancharon de sangre ese maravilloso acto de luz, ensañándose contra los asistentes a este evento tan especial. El objetivo de los asesinos era uno: matar a judíos solo por ser judíos.

El primer ministro australiano lo llamó por su nombre: “un acto de maldad, antisemitismo y terror que ha golpeado a nuestra nación en el primer día de Janucá”. El secretario estadounidense, Marco Rubio, condenó el ataque: “El antisemitismo no tiene lugar en este mundo”.

El antisemitismo comienza con palabras que luego toman cuerpo y se convierten en armas mortales contra las comunidades judías alrededor del mundo.

El criminal y extremista acto de odio perpetrado en Australia, que cobró decenas de muertos y heridos, debe resonarnos como una advertencia de que el antisemitismo no reconoce fronteras y que la batalla no es solo de Israel, sino de todos los que creemos en la dignidad humana.

Lo que comienza con mensajes de odio en redes sociales puede materializarse en violencia en cualquier lugar del mundo, porque el odio, una vez sembrado, encuentra varias formas criminales de manifestarse y propagarse. El odio encuentra el camino cuando las sociedades abren las puertas por su indiferencia ante el antisemitismo.

La luz vencerá a la oscuridad y el milagro de Janucá nos lo recuerda cada año.

¡Feliz Janucá!