Columnas

Asfixiados

"Este gobierno tiene asfixiados a los ecuatorianos, vulnerando derechos laborales irrenunciables a través de leyes inconstitucionales..."

Este último año de gestión del gobierno ha sido nefasto, pues más allá de la pandemia, tenemos la sensación de estar ante una administración reactiva, que hace camino al andar, apagando los incendios conforme van apareciendo y vulnerando derechos por doquier. Las boyas crediticias lanzadas recientemente por los organismos multilaterales, sumadas a la renegociación de obligaciones internacionales, les ha dado algo de oxígeno para alcanzar la orilla casi sin aliento y solo con fuerza para extender la mano y entregar la posta al próximo gobierno.

Las arcas fiscales están vacías, lo poco que entra sale para cubrir obligaciones vencidas y emergentes. Los trabajadores del sector público, impagos por varios meses, municipios al borde del colapso por no recibir la asignación de fondos que legítimamente les corresponden. Todos extienden la mano esperando que el gobierno les cumpla y, para colmo, ahora se puso el CNE a la cola de los acreedores del gobierno, para pedir su asignación presupuestaria para el próximo proceso electoral.

Este gobierno tiene asfixiados a los ecuatorianos, vulnerando derechos laborales irrenunciables a través de leyes inconstitucionales, que han llevado a miles al desempleo, sin ningún tipo de sanción por parte del Ministerio del Trabajo, mientras sus amigos empresarios enquistados en el gobierno siguen disfrutando de los manjares de sus nefastas políticas públicas. Las carreteras, concesionadas a dedo, ya comienzan a sufrir el paso del tiempo sin recibir el mantenimiento recurrente y efectivo. El vivo ejemplo de esto es la vía Guayaquil-Salinas, que se encuentra en pésimo estado, con un gran peaje succionador de fondos que, claramente, no se revierten en el mantenimiento adecuado y total de la misma.

La noche es más oscura antes del amanecer, esperemos que luego de la tempestad que ha sido este régimen, llegue la calma de la mano de un nuevo gobierno que logre virar la página de la tragedia, la ignorancia, el derroche y la debacle, para arrancar, mediante un programa serio, el rumbo hacia la recuperación y reactivación de nuestro país.