España marca el camino hacia los bonos perpetuos

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'La transferencia de fondos se debe hacer al principio del período, a partir del 1 de enero de 2021 y ejecutarse durante los siguientes 2 o 3 años para poner en marcha las economías de los países afectados’.

El Consejo Europeo celebró una cumbre virtual el 23 de abril para considerar cómo debe lidiar la Unión Europea con las secuelas económicas de la pandemia de Covid-19. La propuesta de España es muy innovadora: la emisión de bonos perpetuos de la UE. No es una idea nueva, Gran Bretaña emitió bonos consolidados, Consols, por primera vez en 1752 y los usó después para financiar las guerras napoleónicas y de Crimea, la Ley de Abolición de la Esclavitud, el crédito por la hambruna para Irlanda y la I Guerra Mundial. 

El Congreso de Estados Unidos autorizó la emisión de Consols en 1870 para consolidar las deudas acumuladas durante la Guerra Civil. Pero los bonos perpetuos nunca habían sido considerados por la UE. Serían extremadamente eficaces. Estamos bajo el ataque de un nuevo, y en gran medida desconocido, coronavirus; los bonos perpetuos podrían brindarnos los recursos financieros para ganar la batalla, y además el cambio climático. 

El capital de los bonos perpetuos no se paga nunca, aunque en circunstancias diferentes puede ser apropiado rescatarlos. En 2015, por ejemplo, el Reino Unido rescató la totalidad de Consols británicos y bonos de guerra. Una emisión de 1 billón de EUR (1,1 billones de US$) con un cupón del 0,5 % tendría un costo de 5 mil millones de EUR al año. 

El apalancamiento de los 5 mil millones de EUR estaría en el orden de doscientos. Incluso los autores del «documento oficioso» español tal vez no se hayan dado cuenta de las implicaciones; dedican gran parte de su propuesta a la forma en que se pueden pagar los bonos perpetuos. Pero eso no es un problema, Los gobiernos de la UE pueden fácilmente suscribir 5 mil millones de EUR para pagar la emisión de 1 billón de EUR de bonos perpetuos, en forma unánime o a través de una coalición de aquellos que estén dispuestos. No hay que buscar nuevas fuentes de ingresos. 

Vender 1 billón de EUR en bonos perpetuos con un rendimiento del 0,5 % tampoco es problema. El rendimiento del bono en circulación con vencimiento más largo (los bonos austríacos a 100 años) está apenas por debajo del 0,5 %. Los mercados pueden necesitar un poco de tiempo para familiarizarse con la idea pero su emisión no tiene que venderse en una única vez; se los puede vender por tramos y los inversores de largo plazo, como las empresas de seguros de vida, se los llevarán en un santiamén. Cuando se completen los tramos, se venderán a mejor precio que los bonos austríacos. 

Hay debate sobre el tamaño de la emisión. La presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, está tratando de obtener 1 billón de EUR, pero el documento español propone captar hasta 1,5 billones. 

Esto ofrece la oportunidad de incluir el cambio climático. Hay que destacar, sin embargo, que la pandemia y el cambio climático son acontecimientos excepcionales que requieren políticas excepcionales; no se debe usar bonos perpetuos en circunstancias normales. Adicionalmente, en Italia la opinión pública está virando hacia el abandono del euro y la UE. 

¿Qué queda de Europa sin Italia? Esa pregunta resalta la importancia de usar bonos perpetuos y debiera inducir al Consejo Europeo a actuar incluso más de prisa de lo que está considerando.