Premium

¡Ya basta!

Avatar del Columna Internacional

"No podemos permitir que siga este silencio, no podemos seguir fingiéndonos sordos ante el grito desesperado de un país que cada vez se desintegra más"

El grito de dolor más desgarrador que existe es el silencio. Ese silencio que embarga a un hijo ante la tumba abierta de su madre o el silencio impotente del padre ante la muerte de su hijo. Y ahora es el silencio de la sociedad entera ante el macabro daño de la pandemia, agravado por la criminal ola de corrupción desatada ante la inercia de todos, autoridades ejecutivas y legislativas, órganos de control, judiciales y líderes políticos.

Hoy, tras el paso prolongado de un gobierno inmerso en total corrupción y casi al término del actual gobierno, con los mismos militantes acusados de peculado, cohecho, lavado de activos y enriquecimiento ilícito, observamos con tristeza que se han mantenido las mismas prácticas de impunidad durante 13 años. La sociedad está asqueada de leer a diario este asalto a los fondos públicos, que se incrementa cuando los robos se los perpetra en los hospitales, porque además de robar los fondos se roban la vida de seres humanos, la esperanza y el sustento de las familias de los fallecidos. En definitiva, la fe de la gente.

El pueblo, en su máxima expresión de patriotismo, emoción y orgullo se ha identificado en dos ocasiones con gritos históricos que produjeron su unión monolítica. En la guerra del Cenepa el grito de “Ni un paso atrás” y en el deporte con el grito “Sí se puede”, para respaldar a la selección de fútbol en la ilusión de su clasificación al mundial. Es necesario que se reaccione de forma inmediata. No podemos permitir que siga este silencio, no podemos seguir fingiéndonos sordos ante el grito desesperado de un país que cada vez se desintegra más. Perseguir el delito y castigarlo severamente sí es posible, siempre que exista voluntad política. Es momento de que la sociedad entera y sus líderes políticos, sin dar “ni un paso atrás” y sabiendo que “sí se puede” nos unamos ahora, como país, en una lucha que nos libere de la corrupción, con un grito que nos identifique “Ya basta”

El líder político que, convirtiéndose en un nuevo fiscal del pueblo guíe a la sociedad en este objetivo habrá iniciado su recorrido a la Presidencia.