Premium

Claudia Tobar Cordovez | Inclusión laboral: un buen negocio

Avatar del Claudia Tobar Cordovez

La Fundación ONCE ha creado un ecosistema virtuoso reconocido y admirado a nivel internacional

En Ecuador, según el Censo 2022 del INEC, alrededor de 1,1 millones de personas (equivalentes al 7 % de la población) tienen algún tipo de discapacidad. La discapacidad abarca un espectro muy amplio, y generalizar que todas estas personas están en las mismas condiciones sería un error. Existe una realidad innegable: estas personas no solo deberían contar con los mismos derechos que el resto de ecuatorianos, sino que también poseen talentos muy valiosos para aportar al mundo laboral, y en muchos casos, los desconocemos.

La inclusión laboral de personas con discapacidad suele concebirse como una responsabilidad social, como un acto de solidaridad y no como una oportunidad estratégica de negocio para las empresas. El gran desafío recae en que el modelo legal vigente castiga a las empresas por no cumplir con las cuotas de inclusión y las repercusiones por despido son tan severas que lo que provoca es temor, desincentivando estas contrataciones. Otros países, como España, han desarrollado modelos ejemplares de inclusión laboral. Específicamente, la Fundación ONCE ha creado un ecosistema virtuoso que es reconocido y admirado a nivel internacional. Su enfoque, lejos de ser punitivo, se centra en los talentos y oportunidades que las personas con discapacidad pueden ofrecer a las empresas como un valor agregado, no como una obligación que cumplir. En muchos países hay iniciativas del sector privado que por voluntad propia están liderando foros y redes de buenas prácticas para enfrentar este reto. Estas empresas asumen la corresponsabilidad de integrar estos talentos diversos en sus equipos y reconocen que muchos de sus clientes y proveedores también son personas con discapacidad, quienes pueden beneficiarse de nuevos diseños, productos o servicios.

En Ecuador este proceso está comenzando. Algunas empresas privadas comprometidas con este desafío se han unido para crear nuevos modelos, generar acciones concretas y promover una cultura de sensibilización y voluntad de cambio. Esos primeros pasos son los más importantes. Estamos a las puertas de ver grandes resultados. Y, una vez más, si no eres parte de la solución, eres parte del problema.