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Claudia Tobar: Guerra contra la extorsión (vacunas)

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En México el narcotráfico es el quinto empleador -de entre 160.000 y 185.000 personas-

La extorsión en Ecuador aumentó más de 65 % entre 2022 y noviembre de 2023 y casi 400 % desde 2021 (InSight Crime, 2023). Estamos bombardeados de datos, cifras y estadísticas que confirman nuestra percepción de terror. Invito a que esta realidad no solo preocupe sino que despierte acción. Hoy más que nunca necesitamos soluciones frescas, que contribuyan a un mejor diagnóstico del problema, a cómo capturar a los extorsionadores y a evitar su crecimiento y fortalecimiento. Estas redes se han infiltrado en todas las capas de la sociedad, propagando terror a su paso. En una conversión con un gran amigo, Roque Sevilla, surgió su visión esperanzadora acerca del tema. Tomando datos disponibles de México, que ha sufrido por décadas situaciones similares a las de Ecuador, vemos que el problema está en el volumen de estas organizaciones. En México el narcotráfico es el quinto empleador -de entre 160.000 y 185.000 personas- y la única manera de acabar con ellos pasa por evitar el reclutamiento de nuevos miembros (El País, 2023). Imaginemos por un momento la magnitud de potencial de reclutamiento de estas organizaciones para mantener, reemplazar y convocar a tantos ‘empleados’. Si no buscamos una manera sostenible de remediar este reclutamiento de jóvenes de estas bandas, el problema se seguirá agravando. En Ecuador tenemos dos opciones para limitar esta progresión masiva que fortalece el problema. Primero: invertir en educación secundaria con métodos que aporten a un potencial profesional inmediato y utilitario para los jóvenes. Mientras ellos estén estudiando hay menos probabilidad de que caigan en la tentación de estas redes. Esta es una medida emergente no solo porque la educación tradicional es obsoleta y necesita un refresco, sino porque es urgente para cuidar a nuestros jóvenes. Y segundo: crear trabajo digno. Todos los actores de la sociedad debemos unirnos para crear nuevas plazas de trabajo para estos jóvenes, que les prometa una esperanza de vida digna. El abandono de la juventud solo les facilita el camino hacia estas organizaciones poderosas. La educación y el empleo se presentan como nuestras mejores armas contra esta amenaza creciente.