Premium

César Febres-Cordero Loyola | TikTok,TikTok

Avatar del César Febres-Cordero Loyola

Seguirán siendo embrutecidos, pero, eso sí, patrióticamente.

Por 352 votos contra 65, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó un proyecto de ley que, de pasar los filtros del Senado y la Casa Blanca, obligaría a la empresa china ByteDance a vender la red social TikTok en un plazo de 165 días, so pena de sufrir la prohibición de operarla en el país.

La propuesta recibió notable apoyo bipartidista a pesar del cambio de postura de Trump, que ahora se opone a la medida por temor al creciente poder de Meta, y de la parálisis de la legislatura. Sin embargo, parece que en el Senado se quieren tomar las cosas sin apuro, y no porque les preocupe un veto (Biden ha prometido firmar la ley). ¿Será que Trump logró convencerlos? ¿O será más bien que el creciente lobismo tiktokero surtió efecto?

De todas formas, en una época en que republicanos y demócratas compiten por parecer más duros con China, el tiempo corre para TikTok. Mientras millones de ‘centennials’ acuden a los inciensos y cristales, o se ponen a redactar amenazas a sus senadores, los asesores políticos consultan sus bolas de cristal en busca de la siguiente novedad a la que empaquetar en sus presentaciones altamente reutilizables.

Nos puede importar poco su malestar al perder un botoncito en sus pantallas, pero TikTok es más que eso. De sus 170 millones de usuarios en Estados Unidos, muchos son educadores o emprendedores que dependen de comunidades que no podrán migrar sin más a otras plataformas.

Es cierto que por cada uno de ellos hay un millar de creadores de contenido basura y promotores de la desinformación, pero eso no es lo que les importa a los congresistas. Lo llaman un asunto de seguridad nacional, una defensa contra el espionaje y la manipulación, pero al final no es más que otra ofensiva en la nueva Guerra Fría.

El daño que TikTok le ha hecho a la sociedad ya está aquí y no puede ser borrado. Los adictivos ‘reels,‘ la extracción de datos y la banalización de la política existen por fuera de la plataforma china, elementos muchas veces perfeccionados en respuesta a ella. Y si TikTok pasa a ser una red estadounidense, nada de eso cambiará para los usuarios. Seguirán siendo embrutecidos, pero, eso sí, patrióticamente.