Columnas

Cárcel y retórica

No se esperaban soluciones inmediatas. Pero los anuncios a la nación sobre eventos que causan sensibilidad a las masas, son una obligación que no respetan día, hora o evento festivo

Luego de la ausencia del señor presidente, tardando tres días para pronunciarse sobre el acontecimiento carcelario, lo que escuchamos fue algo más de lo mismo, con la diferencia de que asumiría personalmente la responsabilidad sobre la seguridad carcelaria. Cuando de hecho, la seguridad es desde siempre un tema prioritario para el Estado sin esperar que haya eventos de sangre.

Los discursos que hemos escuchado los ecuatorianos, es que “se trata de riñas de mafias”, argumento que hemos naturalizado. Reparemos en que, si es posible que haya 'vendettas' criminales, es porque no hay gato en la casa.

Con esto digo que no puede ser posible que se susciten eventos macabros día a día, no solo en la cárcel, también en la calle, en nuestros vecindarios, sin autoridad que lo permita. Allí entran los asaltos, robos, personas desaparecidas (una deuda grande del Estado), entre otros síntomas sociales que los ciudadanos ya vemos como normal.

Sería una tontería admitir que haya autoridad alguna que permita que se perpetúen asesinatos diarios, y aunque existan escenarios posibles en que a la autoridad ni le importe, es más por la ausencia evidente.

No se esperaban soluciones inmediatas. Pero los anuncios a la nación sobre eventos que causan sensibilidad a las masas, son una obligación que no respetan día, hora o evento festivo. Es la responsabilidad de ser representante de un país. Es parte del oficio… es como la de un médico de hospital que no tiene horarios y tiene que dar cara al paciente enfermo de emergencia.

Pensar la política del “aquí y del ahora” es más que importante. Ya hubo en los cuatro años anteriores al presente gobierno la repetidora de “la culpa es de Correa” o del correísmo y en su momento, y antes de que fuera elegido Guillermo Lasso presidente, los críticos presentamos nuestros constantes disentimientos.

Ahora los análisis tienen objeto de estudio en este espacio y tiempo porque desde que existe el Otro (así con mayúscula), ideado como una entelequia, es pensado para ligarle las responsabilidades que no estamos dispuestos a asumir. ¿Por falta de competencias? ¿Por temor? ¿Por falta de iniciativa, motivación, fuerza?

A esto los críticos -¿solo del correísmo?- no dicen mucho acerca de lo que acá se juega mal y esa lobotomía a la honestidad es alarmante.