Carlos Alfonso Martínez | Ecuador será potencia mundial del cacao

Esto significa más ingresos directos, más liquidez en zonas rurales y un motor real para el crecimiento
Ecuador está frente a una oportunidad histórica que pocos países en desarrollo tienen: convertirse en la segunda potencia mundial del cacao. Según un informe de Reuters, la producción nacional alcanzará alrededor de 570.000 toneladas métricas en 2025/26 y podría superar las 650.000 toneladas en 2026/27, desplazando a Ghana y consolidando a nuestro país como el mayor productor de cacao fino de aroma del planeta.
El impacto económico es enorme. Los agricultores ecuatorianos obtienen hasta el 90 % del precio internacional del cacao, frente al 60 o 70 % que reciben productores en África. Esto significa más ingresos directos, más liquidez en las zonas rurales y un motor real para el crecimiento del consumo interno, el emprendimiento agrícola y la inversión privada. No hablamos solo de un cultivo: hablamos de miles de familias rurales que ven en el cacao una vía de progreso y estabilidad económica.
Además, la productividad local es sobresaliente: 800 kilos por hectárea, frente a los 500 kilos de promedio africano. Y lo logramos con un modelo sostenible: sistemas agroforestales que combinan cacao con plátano, café y árboles de sombra, cuidando el suelo y protegiendo la biodiversidad. Este factor, clave en la nueva economía verde, hace que el cacao ecuatoriano sea percibido en los mercados internacionales como un producto de calidad superior y con un sello de sostenibilidad muy demandado.
El contexto global también nos favorece: los precios del cacao alcanzaron los 12.000 dólares por tonelada en 2024, y aunque hoy rondan niveles más bajos, se mantienen históricamente altos. Ecuador se convierte así en el país que puede garantizar oferta estable en un mercado en crisis, atrayendo inversión extranjera directa, oportunidades de industrialización y exportaciones con valor agregado.
Si el Estado, la empresa privada y los productores trabajan juntos, Ecuador no solo será líder en toneladas exportadas: será un referente mundial en agroindustria, innovación y sostenibilidad. Hoy, más que nunca, el cacao ecuatoriano es sinónimo de desarrollo, inversión y futuro.