Premium

Carlos Andrés Vera | Vayan de frente

Avatar del Carlos Andrés Vera

Cuando se le cuestionó, Arauz se victimizó (golpeaba la mesa muy bravo) y atacó a la prensa

Hace pocos meses, Andrés Arauz planteó a un medio internacional “una especie de convertibilidad”, donde los dólares de nuestra economía “sean absorbidos” (es decir, pasen a manos del Estado) y sean únicamente “usados para pagos internacionales”. A lo que quedaría en manos de los ciudadanos, sugirió llamarle “ecuadolarización”, planteando una política “muy activa” para “evitar la fuga de capitales” en el Ecuador. Es, en palabras distintas, lo mismo que sugirió en un artículo de su autoría titulado “desdolarización mala y desdolarización buena”, publicado en 2020.

Cuando se le cuestionó, Arauz se victimizó (golpeaba la mesa muy bravo) y atacó a la prensa.

En los últimos meses, el país entero fue testigo de cómo esa llamada ‘liga azul’ de candidatos al CPCCS fue promovida por los líderes del correísmo, violando expresamente la ley electoral.

Ante la ceguera de autoridades, el exabogado de Rafael Correa, el señor Alembert Vera, fue electo y pasó a presidir un organismo que se supone debe ser ciudadano.

Para despejar cualquier duda sobre su independencia, don Alembert puso en marcha un plan para destituir a la fiscal y luego, a la Corte Constitucional. Ya sea por precoz, ya sea por torpe, ya sea por ilegal o por todas las anteriores, sus acciones lo tienen en la cuerda floja y debería ser destituido si la CC hace cumplir la ley.

Cuando se le cuestiona, Alembert niega todo y procede a hacerse la víctima.

No sé usted, estimado lector. Más que indignarme las ideas de Arauz o Alembert, me indigna su pusilanimidad. La de ellos y la de sus partidarios, que se llaman a sí mismos demócratas pero promueven un proyecto autoritario, que se califican de manos limpias pero exhiben un amplio prontuario de corrupción, que se especializan en hacerse las víctimas cuando toda la vida han sido victimarios.

Dejen el teatro. Hablen sin ambages. Las ideas pueden debatirse. Lo que es intolerable es ver ovejitas escondiendo su cola de lobo. Tengan don de gente, dejen de verle la cara al país y vayan de frente.