Carlos Andrés Vera | Enfocar

Es seleccionar aquello que importa y descartar lo que no contribuye al relato
Quienes trabajamos con cámaras sabemos que enfocar es elegir. Es seleccionar aquello que importa y descartar lo que no contribuye al relato. Algo parecido sucede en la política, y más aún en la opinión pública. Si deseamos una sociedad que se sane a sí misma, que recupere la buena política y eleve el nivel del debate, entonces estamos llamados a enfocar.
Las últimas semanas han sido un terremoto en el corazón de la Revolución Ciudadana. La sentencia a Jorge Glas por el caso de la reconstrucción de Manabí, la denuncia por violación contra Santiago Díaz, la salida de Jhajaira Urresta del movimiento denunciando violencia verbal de Luisa González, las acusaciones de Daniel Salcedo contra José Serrano, y el rápido pedido de extradición de Fito por parte de Estados Unidos -que deja mal parado a un correísmo que siempre se opuso a esa herramienta- han generado una hecatombe interna y una vorágine de pasiones políticas en la cual es muy fácil desenfocarse.
Desde afuera nos toca observar con cautela, sobre todo a quienes hemos sido críticos implacables de ese grupo político, pues sería un error dejarnos llevar por nuestras pasiones.
En el caso de la supuesta violación, el centro debe ser la víctima: una niña de 12 años. Toda acción política y todo intercambio público deben tener como prioridad su protección, su derecho a la justicia y su humanidad.
En el caso de la extradición, más allá de señalar a quienes la bloquearon, lo fundamental es que la vida de Fito sea garantizada, salga a EE.UU. lo antes posible y hable. Que revele nombres, estructuras, vínculos políticos.
En el caso de Glas, por más que uno crea -como yo creo- que ese gobierno se ferió una buena parte de los recursos del terremoto, es clave que el proceso judicial lo demuestre con transparencia y contundencia. Solo así se hará justicia y se evitará que mañana los victimarios se conviertan en víctimas.
En medio de esta vorágine, no podemos perder de vista el respeto por la dignidad humana. Figuras políticas como Jhajaira Urresta o Viviana Veloz pueden ser blanco de críticas y cuestionamientos, pero no de ataques que apunten a su condición física o a su pasado como víctimas.
Hay que mirar por el visor, definir lo importante, girar el lente, enfocar.