Carlos Reyes: La nueva derecha en América. Trump, Milei y expectativas para 2025

Se caracterizan por su rechazo al ‘establishment’ y su habilidad para movilizar a las masas a través de discursos emotivos
El resurgimiento de la derecha en América ha marcado un giro en las dinámicas políticas del continente, con figuras como Donald Trump en Estados Unidos y Javier Milei en Argentina liderando este movimiento. Ambos representan un rechazo a las élites tradicionales y una apuesta por discursos disruptivos que cuestionan el ‘statu quo’. Con la llegada de 2025, el impacto de estas figuras y sus liderazgos serán claves en el futuro geopolítico de América y el mundo.
Donald Trump, quien marcó profundamente la política estadounidense durante su mandato entre 2017 y 2021, sigue siendo una figura central en el escenario político de Estados Unidos. A pesar de su derrota en 2020 frente a Joe Biden, Trump ha mantenido una base de apoyo sólida y ha impulsado un discurso que mezcla populismo, nacionalismo y críticas a la globalización.
Para su segundo mandato, que inicia en este año 2025, se espera una profundización de sus políticas proteccionistas y una postura más confrontativa en el ámbito internacional, lo que podría implicar tensiones renovadas con China y una reformulación de alianzas globales. En el plano interno es probable que continúe con su agenda de desregulación económica, endurecimiento de las políticas migratorias y recortes en programas sociales, lo que puede generar divisiones aún más marcadas en una sociedad ya polarizada.
En América Latina, Javier Milei ha emergido como un fenómeno político único. Su ascenso al poder en Argentina marcó un punto de inflexión, ya que su discurso libertario y su estilo combativo desafiaron a los partidos tradicionales. Milei se ha presentado como un ‘outsider’ dispuesto a demoler lo que él llama “la casta política”, prometiendo reducir drásticamente el tamaño del Estado, privatizar sectores clave y dolarizar la economía.
Para 2025 se anticipa que Milei enfrentará desafíos significativos en la implementación de sus propuestas. La dolarización, una de sus principales promesas, podría generar tensiones económicas y sociales, especialmente si no logra estabilizar la inflación y atraer inversiones. De estos resultados dependerá en gran medida que Milei pueda influir en otros países de la región, inspirando a movimientos de derecha libertaria que buscan replicar su modelo. Esto podría generar una reconfiguración del panorama político en América Latina, con un giro hacia políticas económicas más neoliberales y una resistencia a las agendas progresistas.
Ambos líderes se caracterizan por su rechazo al ‘establishment’ y su habilidad para movilizar a las masas a través de discursos emotivos, utilizando las redes sociales y los medios para amplificar sus mensajes y consolidando bases de apoyo leales. Su estilo disruptivo y su capacidad para polarizar han redefinido las estrategias políticas en sus respectivas regiones.
El avance de la nueva derecha en América plantea grandes retos para el 2025. Trump y Milei deberán consolidar sus agendas, promoviendo cambios estructurales en sus países. Trump deberá enfrentar las divisiones internas en Estados Unidos y su impacto en el equilibrio global. Milei tendrá que demostrar que su modelo es viable en un contexto económico y social complejo. Ambos serán figuras clave en el debate sobre el futuro de la democracia, el rol del Estado y la relación entre las élites y las masas. Para América, 2025 será un año decisivo.