Vicepresidente, ¿para qué?

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Ojalá se pudiera llegar a hacer realidad esta importante reforma.

La inestabilidad política y democrática de nuestro país tiene varias explicaciones.

El Ecuador ha vivido merced al juego perverso de los politiqueros que se han autocalificado como políticos y que gracias a este protervo engaño, casi siempre, con las pocas excepciones de toda regla, se han servido de la ingenuidad de las masas, en lugar de dedicarse a servirlas por entero.

En estos precisos momentos, una pandemia que parece que nunca acaba ha servido para que políticos corruptos, junto con otros corruptos de toda calaña se hayan enriquecido mediante el ejercicio de actos que pisan el terreno del delito.

Aparte de esta inestabilidad, debe anotarse otra que sorprende al más ingenuo. En menos de cuatro años el Ecuador va a tener cuatro vicepresidentes de la República. Uno de ellos, preso por actos de corrupción. Otra, enjuiciada y con grillete, igualmente por actos de corrupción. Un tercero que renuncia sin dar una explicación lógica para su separación. Y un cuarto que debe ser designado por la Asamblea para que dure siete meses en el ejercicio de este cargo.

El vicepresidente de la República no tiene funciones específicas que cumplir que no sean las que le asigne el presidente de la República, tal como lo dispone la Carta Magna. Si esto es así, ¿para qué diablos sirve el vicepresidente que, en cambio, gana un sueldo de por vida, cuenta con asesores, con carro a la puerta, con choferes, con avión para sus movilizaciones?

Ahora que está en camino una reforma constitucional promovida por el Comité para la Institucionalización de la Democracia, que ha recogido más de 300 mil firmas de la ciudadanía, sería conveniente que se plantee una reforma a la Constitución para suprimir el cargo de vicepresidente de la República y para que la Asamblea, dividida en dos cámaras, como propone este Comité, disponga que quien reemplace al presidente sea el presidente de la cámara del Senado. Esto es coherente y lógico.

Ojalá se pudiera llegar a hacer realidad esta importante reforma.