Columnas

Ecuatorianos, ¡hasta cuándo aguantamos!

"Exijamos a los jueces celeridad en el manejo de las causas para que no queden en la impunidad delitos de esta naturaleza"

La podredumbre, carroña y pus no pueden aguantarse más en nuestro país, digno de mejor suerte.

Los delincuentes de cuello blanco, convertidos en dirigentes de organismos públicos creados para atender las necesidades apremiantes de nuestro pueblo, se han dedicado a robar los dineros populares sin ningún escrúpulo ni pudor, convencidos de que la justicia nada puede hacerles porque forman parte de verdaderas bandas criminales, con estructuras mafiosas bien estructuradas.

Por eso, con procedimientos corruptos, no han respetado ni el dolor ni la muerte que deja la pandemia del COVID-19 para, a pretexto de adquirir insumos, mascarillas, fundas para guardar los cadáveres de las víctimas de esta peste, suscribir contratos de manera irregular y así obtener millones de dólares por concepto de “comisiones”.

Ventajosamente, frente a la Fiscalía General se encuentra una mujer valiente, sin compromisos con estos mafiosos, y con la actitud de desempeñar sus funciones sin temor ni favor. Espera el país que así siga porque ella es una garantía en la lucha contra la corrupción. Gracias a su apego la ley se efectuaron 37 allanamientos a domicilios y oficinas de los presuntos implicados en estos delitos de corrupción. Hay 17 privados de la libertad y decenas más que son buscados por la fuerza pública.

La audacia y la desfachatez de estos delincuentes es de tal magnitud que, siguiendo el ejemplo de los que robaron en el régimen de la “década” ganada, acusan a otros de ser los autores de los delitos, acusan a sus entenados, a sus esposas.

No permitamos los ecuatorianos que se nos burlen más. Exijamos a los jueces celeridad en el manejo de las causas para que no queden en la impunidad delitos de esta naturaleza. Por otra parte, hay que destacar que el sistema penal ecuatoriano que fue perversamente estructurado por la RC para fomentar la corrupción, debe ser reformado con urgencia para que la justicia penal cumpla con sancionar de manera efectiva a los infractores de cuello blanco.